El Congreso de los Diputados ha aprobado por unanimidad una proposición no de ley por la que insta al Gobierno a mejorar la información y etiquetado de los alimentos que incluyen organismos modificados genéticamente, conocidos como transgénicos, haciendo especial hincapié en aquellos productos de nutrición infantil por dirigirse a un segmento de población más ''vulnerable''.
Según el autor de la iniciativa, el diputado Joán Tardá, ''es necesario que los ciudadanos sepan qué alimentos de los que están consumiendo son transgénicos'', para lo que proponían incluso la creación de un sello que informase dentro del etiquetado de qué ingredientes habían sido modificados genéticamente. Finalmente, no obstante, el uso de este distintivo ha sido rechazado porque, como ha reconocido la diputada Belén do Campo, desde 2004 la ley obliga a que se especifique en todos los envases, ''aunque no como advertencia sino como información'', ya que son ''productos seguros''.
Además, en la transaccional aprobada por todos los grupos proponen al Ejecutivo que se realice la verificación por parte de las autoridades competentes de la presencia de organismos modificados genéticamente en todos los productos alimentarios ofrecidos a los consumidores, ''en cumplimiento de todos los requisitos que se exigen para su comercialización''.
Por otro lado, la Comisión de Sanidad también ha aprobado la creación de una red de laboratorios de seguridad alimentaria, para favorecer la colaboración y coordinación entre las distintas administraciones públicas, y conseguir, de esta manera, optimizar los recursos analíticos y mejorar los controles en materia de seguridad alimentaria.
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