
Esta opinión científica aborda la definición de un umbral en la Intolerancia a la lactosa y la Galactosemia. Según la EFSA no es posible determinar un umbral dado que la tolerancia individual es muy variable y hace imposible el fijar un mismo límite para todos los Intolerantes a la lactosa.
En el caso de la Galactosemia habrá que evitar cualquier tipo de ingesta de galactosa, incluyendo la leche materna, en la medida de lo posible. En bebes deberá utilizarse preparados de leche sin lactosa y más tarde, preparados de continuación con un contenido de lactosa menor o igual a 10 mg/100 kcal. En bebés más mayores, niños y adultos, deben evitarse, en la medida de lo posible, los productos lácteos y alimentos que contengan leche o lactosa, de manera que la ingesta de lactosa diaria sea de 25 mg/100 kcal.
La EFSA determina que no es posible fijar un umbral de ingesta de galactosa/lactosa por debajo del cual no aparezcan efectos adversos.
Intolerancia a la lactosa o deficiencia de lactosa
La lactosa es un disacárido compuesto por glucosa y galactosa y constituye el azúcar principal de la leche de los mamíferos. La lactosa ingerida se hidroliza por la lactasa, una enzima que se encuentra en las microvellosidades de la membrana de los enterocitos. Se hidrolizada en glucosa y galactosa que son absorbidas.
Conclusiones de la Opinión Científica
La intolerancia a la lactosa o deficiencia de lactasa, puede deberse a una ausencia genética de persistencia de lactasa. En este caso, la lactosa ingerida no se hidroliza o lo hace de manera incompleta y la lactosa residual es fermentada por la microbiota del colon dando lugar a síntomas abdominales.
La tolerancia a la lactosa varía de manera muy significativa dentro de los individuos con mala digestión de lactosa. Por este motivo no se puede definir un umbral único de lactosa. En algunos sujetos se ha descrito la aparición de síntomas tras la ingesta de menos de 6 g de lactosa pero la gran mayoría pueden tolerar dosis únicas de más de 12 g de lactosa sin presentar síntomas o siendo estos muy leves. Dosis mayores de lactosa podrían ser toleradas si fueran distribuidas a lo largo del día.
Galactosemia
La galactosemia es un desorden hereditario del metabolismo de la galactosa. Los individuos que la padecen tampoco “toleran” la lactosa, pero, en este caso, los síntomas son diferentes y más severos.
Conclusiones de la Opinión Científica
La galactosemia está producida por tres defectos enzimáticos genéticos diferentes en el metabolismo de la galactosa. Una galactosemia severa no tratada puede provocar disfunción hepática y renal y cataratas en recién nacidos y niños pequeños que se revierten con la eliminación de la ingesta de galactosa. A pesar de llevar a cabo un control dietético a lo largo de toda la vida, se observan deficiencias en el crecimiento y desarrollo retardado en muchos pacientes, así como insuficiencia ovárica en la mayoría de las pacientes.
El principio de gestión dietética para todos los tipos de galactosemia es la eliminación de todas las fuentes de galactosa, incluida la de la leche materna. El control dietético se empieza en los bebes con productos libres de lactosa y se continúa con formulas de continuación con un contenido de lactosa menor o igual a 10mg /100 kcal. En niños mayores y adultos se debe evitar, en la medida de lo posible, los alimentos lácteos o que contienen lácteos o productos que contienen lactosa como ingrediente, de manera que la cantidad de lactosa contenida en la dieta diaria se corresponda con 25 mg/100kcal.
No puede establecerse un umbral preciso para la ingesta de galactosa/lactosa a partir del cual no se presenten efectos adversos.
La leche (bebidas) en las que la lactosa es parciamente hidrolizada a glucosa y galactosa y en las que ésta última no es eliminada no son aptas para pacientes con galactosemia debido al contenido residual de lactosa.
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