Los excesos alimenticios de las celebraciones navideñas llevan a muchos ciudadanos a buscar la manera de reconducir su dieta y compensar la cantidad de comida ingerida durante esos días. Desde la Fundación Española de la Nutrición (FEN) advierten, a este respecto, de que saltarse comidas puede tener el efecto contrario al deseado.
''En plena campaña de rebajas tenemos en mente rebajar también las calorías que hemos incrementado durante Navidad'', indicó el director general de la FEN, José Manuel Ávila Torres. No conviene ''darse caprichos'' y después suprimir comidas. ''Esto es un error'', afirmó el experto, quien aconsejó una distribución calórica de las comidas a lo largo del día en un total de cinco comidas.
Ávila detalló que un desayuno debería aportar el 25% de las necesidades, para después ingerir un tentempié a media mañana y la comida, que debería aportar el 35%. Para terminar, una pequeña merienda y una cena, que deben aportar el 30% aproximadamente de la ingesta calórica que falta. Saltarse estas comidas, estima, lleva a ''devorar'' los platos y a hacer una ingesta mayor que si se hubiera comido de forma moderada durante el día. El consejo pasa por mantener estas comidas recomendadas, si bien con una menor ingesta calórica. ''Si evitamos algunas, desestabiliza la dieta'', insistió.
Las mujeres adultas consumen en general alrededor de 2.500 kilocalorías, mientras que los varones consumen un poco más, alrededor de 3.000 kilocalorías, en función de la actividad física que se realiza y de la edad. En Navidad, ''es difícil resistirse'' a la tentación que supone tener muchos de alimentos en la mesa, como los platos típicos de estas fiestas: dulces, pescados y mariscos.
No obstante, el director general de la FEN consideró al alcohol como uno de los elementos que más calorías aportan, en referencia al vino, cava y espumoso. ''Un gramo de alcohol supone siete kilocalorías'', finalizó.
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