Es constante la falta de productos en mercados venezolanos, también escasean el aceite y el café.
Mariela Gómez llegó cansada y tarde al trabajo, luego de visitar tres mercados buscando una lata o una bolsa de leche en polvo, la presentación más económica y rendidora de ese producto que se consume masivamente -sobre todo en los estratos populares- en Venezuela y que no se consigue en los anaqueles desde hace al menos 3 semanas.
“Hoy visité tres, pero en total ya he ido como a siete mercados, incluyendo el Bicentenario (que pertenece al gobierno) y nada. Ayer se corrió la voz de que había llegado un lote al ‘Central’ (cadena privada de automercados) pero cuando llegué se lo habían llevado todo”, dice consternada a EL TIEMPO tras explicar que su hija de cuatro años tiene días pidiendo su vaso de leche antes de ir a la escuela.
Aunque ya es una constante la falta de ciertos productos en los mercados venezolanos -actualmente también escasean el aceite y el café-, no se había sentido tan intensamente la falta de leche en el país desde el año 2008, cuando el gobierno venezolano adquirió dos grandes conglomerados empresariales que le llevó a dominar el 33% del mercado.
A través de las redes sociales y algunos portales informativos se muestran largas colas para comprar el producto en abastos, mercados y hasta en puestos de venta informal, que llegan a vender el kilo de leche en polvo hasta en 80 bolívares (18.6 dólares) aunque su precio fue recientemente ajustado y está regulado en 31 bolívares (7.20 dólares).
La preocupación, sobre todo por la alimentación de los niños, ha llevado a que se produzcan verdaderos conflictos entre mujeres que se pelean por comprar cuando llega una remesa. “Estaba haciendo unas compras cuando de repente veo un gentío corriendo a agarrar leche porque llegó un lote.
Pero se empujaron y gritaron tanto que los gerentes del mercado decidieron cerrar y organizar una fila solo para la compra de la leche. Dejaban llevar solo dos por persona”, contó también un padre de familia caraqueño, todavía sorprendido por la habilidad femenina para luchar por el producto.
Tras semanas de reportes finalmente hace dos días el ministro de Agricultura y Tierras, Juan Carlos Loyo, explicó que la escasez del producto no responde a fallas de producción o distribución, sino a un patrón que lleva a los consumidores a comprar más de lo que necesitan al momento.
“Ese consumo del venezolano (de leche en polvo) tiene que ver con campañas, mecanismos, manipulaciones que se llevaron a cabo con la finalidad de incentivarlo en detrimento de otro (leche líquida)”, dijo a medios locales, sin explicar claramente qué tipo de mensajes habría impulsado ese consumo y quién los habría difundido. El ministro asegura también que como la gente tiene más dinero, compra más.
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