El Consejo de Gobierno ha aprobado el ‘Decreto de Artesanía Alimentaria’ que regula la producción artesana en Andalucía y dispone las medidas para su promoción. La norma, especialmente orientada al fomento de explotaciones y empresas familiares, crea un distintivo específico, ‘Artesanía Alimentaria’, para identificar y respaldar los productos agrarios y pesqueros de procedencia andaluza que cumplen con los requisitos de calidad individualizada y respeto al medio ambiente en la producción, elaboración, manipulación,
transformación, envasado, conservación, transporte y distribución.
De esta forma, el decreto, que beneficiará a más de 6.000 productores andaluces, asegurará la viabilidad de las pequeñas explotaciones, impulsando la artesanía alimentaria y facilitando el desarrollo económico al permitir la transformación de las materias primas a cargo de los propios productores, de forma directa y sin intermediarios.
La nueva regulación beneficiará, entre otras producciones, las de quesos y cuajadas, postres lácteos y yogures, mermeladas, avinagrados, adobados, salmueras, encurtidos y salados, miel y derivados, esencias silvestres y derivados, cárnicos, frutas y
vegetales, sal, bollería y repostería, pastelería de convento y pescados, crustáceos y moluscos.
Con el nuevo decreto, estos productos podrán acogerse al distintivo otorgado por la Junta con el fin de facilitar la comercialización y acreditar en el mercado tanto su procedencia como su elaboración artesanal y el cumplimiento de las condiciones específicas de calidad diferenciada.
Para hacer uso de este sello, los productos deberán cumplir especiales requisitos de calidad y producción limitada, individualizada y controlada, sobre todo en lo referido a selección de materias primas, condiciones de almacenamiento y de procedimientos de
gestión para garantizar la trazabilidad de la cadena productiva, sin perjuicio del resto de la normativa aplicable en los ámbitos comercial y sanitario. Asimismo, se exige que la producción no sea totalmente mecanizada y, por tanto, que la persona artesana participe en todas aquellas fases que resulten determinantes en los procesos de elaboración y acabado, incluida la comercialización en algunos casos.
Los productores también podrán aspirar a la consideración de empresas de Artesanía Alimentaria si acreditan el cumplimiento de condiciones como estar ubicadas en Andalucía, tener la condición de microempresas e inscribir sus centros e instalaciones de
producción en el Registro Artesanal Alimentario de Andalucía. Esta herramienta, de nueva creación e incluida en el actual Registro de Industrias Agroalimentarias de Andalucía, permitirá mejorar el control y el conocimiento del sector.
Junto con la regulación del distintivo y las medidas de apoyo, el decreto aprobado por el Consejo de Gobierno establece también la creación de la Comisión de la Artesanía Alimentaria de Andalucía, órgano consultivo y de asesoramiento adscrito a la Consejería
de Agricultura y Pesca en el que estarán representadas las entidades públicas y privadas relacionadas con el sector.
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