Ingredientes para ''5-6 personas''.
1 dorada de 1,5 kg, eviscerada y sin escamas.
2 cs de zumo de limón.
3 cs de aceite de oliva.
Sal.
Pimienta.
Para la salsa.
200 g de tahina (pasta de sésamo).
3 dientes de ajo.
5 cs de zumo de limón.
2 clavos de especia.
½ cp de sal.
125 ml de agua.
Para adornar.
40 g de piñones.
3 cs de perejil.
½ pepino en rodajas.
1 cs de granos de granada.
Dorada con salsa de tahina.
Tiempo total: 50 min.
Tiempo de elaboración: 20 min.
Tiempo de cocción: 30 min.
Epoca del año recomendada: otoño-invierno.
Elaboración:
Lave el pescado y séquelo con papel de cocina. En la piel del pescado, realice tres cortes en diagonal por los dos lados.
En un recipiente, mezcle el aceite con el zumo de limón, una pizca de sal y de pimienta. Frote el pescado por dentro y por fuera con esta mezcla, tápelo y déjelo marinar durante una hora en el frigorífico.
Coloque el pescado sobre una placa de hornear y vierta por encima el resto de la mezcla preparada. Precaliente el horno a 180ºC y cueza el pescado durante 30 minutos; vaya rociándolo de vez en cuando con el jugo de la bandeja. Retírelo y déjelo enfriar.
Para preparar la salsa, ponga todos los ingredientes en el vaso de la batidora y triture hasta obtener una mezcla de una textura homogénea.
Retire la piel del pescado, distribuya la salsa por encima y decore con los piñones, el perejil, los granos de granada y las rodajas de pepino.
¿Sabías que?
La dorada que presentamos en esta receta está decorada con una de las salsas más deliciosas y celebres de la cocina sirio-libanesa tradicional. Pues ambas tradiciones se encuentran estrechamente relacionadas en lo que a cultura alimentaria se refiere, no sólo por la proximidad geográfica, sino también por la multiplicidad de elementos de la vida cotidiana que comparten provenientes de un mismo sustrato cultural. El patrimonio alimentario de estos dos países árabes está considerado como una de las muestras más claras de la exquisitez característica del buen hacer culinario en Oriente Medio. Esto si se mira desde Europa, pero verdaderamente la comida de raíces árabes, y más la que proviene de zonas circundantes o fronterizas con el mar Mediterráneo, es también sinónimo de comida mediterránea. Sus matices son tan ricos como vieja la historia del Mediterráneo. El acercamiento reciente de la cocina sirio-libanesa que nos brinda la proliferación de numerosos restaurantes árabes en las zonas más concurridas de las ciudades europeas, no son más que un resurgir de largas y tendidas relaciones históricas mantenidas a lo largo de cientos de años de convivencia. La tahina o tahini es uno de los alimentos más estimados en Oriente Medio. No sólo lo demuestra la antigüedad achacada al extenso consumo de esta salsa por parte de la población, sino también la cantidad de propiedades medicinales que se le atorgan en relación con los problemas de reumatismos, artrosis y gota. Más allá de esta faceta, una deliciosa salsa que no dejará indiferente a nadie.
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