La provincia de San Juan tendrá desde el sábado la primera fábrica de helados con leche de cabra del país. Fue concebida como una alternativa de diversificación para la producción lechera caprina del departamento Valle Fértil, ubicado a 280 kilómetros al este de la capital provincial.
La fábrica de helados artesanales, que es la primera de la Argentina en su tipo, será puesta en marcha con un aporte del Ministerio de la Producción y Desarrollo Económico, como “un proyecto piloto en donde la recolección, elaboración y comercialización del producto estará a cargo de los productores caprinos de la zona”.
El primer helado argentino hecho con leche de cabra lo tiene San Juan. El sábado próximo, en la ruta 511 del barrio Evita, en la Villa San Agustín de Valle Fértil, abre “Ischigualasto”, la primera fábrica-heladería artesanal del país que comercializará el producto elaborado con el ordeñe de las cabras de más de 40 ganaderos pequeños de la zona. ‘’Son productores de la zona que se encargarán de la recolección, elaboración y comercialización del producto. Los helados se harán en una máquina de última generación’’, dijo Hugo Berenguer, director de Asuntos Pecuarios, al anunciar el proyecto público-privado.
Es que el proyecto, que es inédito en el país, fue financiado por la Nación, a través del plan Ley Caprina que puso en marcha hace 5 años el Ministerio de Agricultura de la Nación. ‘’Es una prueba piloto. Si todo sale bien, se va a extender a todos los lugares del país donde haya cría de cabras’’, informó Daniela Gaetano, Coordinadora en San Juan de Ley Caprina.
Los productores son todos vallistos. Provienen de la Asociación Ganadera de Astica y de otros dos grupos más chicos de las localidades de Chucuma y Puntilla y aceptaron con gran predisposición la propuesta de encarar esta fábrica de parte de las autoridades del plan Caprino. ‘‘Fueron a recibir varias capacitaciones ligadas a la producción primaria y condiciones higiénicas y luego la parte de procesamiento y obtención de producto con la generación de los sabores nuevos’’, contó Gaetano.
‘’Lo que más les está costando es armar la bolita del cucurucho’’, bromeó Berenguer. Pero además, utilizar la leche caprina en verano para los helados es una salida económica interesante. Sucede que en verano el rendimiento lechero es alto pero la época en que más queso de cabra se vende es en invierno, lo que produce un desequilibrio económico en el sector.
Los helados de leche de cabra se harán de todos los gustos al igual que los de vaca, pero serán más caros. El precio rondará un 20% más que un helado de leche vacuna porque resulta mucho mas difícil extraer la leche de cabra y hay menos volumen: cada cabra produce de 2 a 2 litros y medio diarios contra los 35 a 40 litros de una vaca lechera.
De todos modos, contra esa debilidad, hay fortalezas: la leche de cabra tiene cualidades de las que carece la vacuna. Uno de los más importantes es el bajo contenido de lactosa de la leche que es aproximadamente 10% más baja que en leche de vaca. ‘’Puede ser la alternativa para las personas que padecen una intolerancia a la lactosa’’, dijo. Pero además, posee más vitamina A y D y minerales como potasio cobre y manganeso que la leche de vaca.
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