El 15 de febrero de 2011, con la inclusión del queso de oveja al azafrán “Piacentinu Ennese” producido en Italia, el sistema de etiquetado de calidad de la UE pasó a tener 1.000 denominaciones registradas.
El sistema facilita la protección y fomento de las marcas con las que se comercializan los alimentos y productos agrícolas tradicionales de Europa. También defiende el trabajo de miles de agricultores y productores de alimentos artesanales que mantienen y desarrollan el patrimonio rural de la UE. Además, refuerza la confianza de los consumidores en los alimentos que llevan el etiquetado de calidad.
Cuando el nombre de un alimento o producto agrícola tradicional queda registrado con alguna de las tres marcas de calidad existentes, la UE ofrece garantías de que nadie más lo utilice.
Así, por ejemplo, a partir de ahora el queso elaborado según un procedimiento específico con la leche de determinadas razas de oveja procedentes de la provincia siciliana de Enna es el único autorizado a llevar el nombre “Piacentinu Ennese”. Los fabricantes de este queso ya pueden etiquetarlo con la marca de calidad “Denominación de Origen Protegida” de la UE.
Desde su creación en 1992, el sistema ha extendido su protección a productos como la “Patata de Galicia”, el “Jamón de Teruel” o la “leche certificada de granja”, otorgándoles alguna de estas tres etiquetas:
Denominación de Origen Protegida (DOP): se concede a productos agrícolas o alimenticios producidos, transformados y preparados en una zona geográfica concreta y según métodos reconocidos.
Indicación Geográfica Protegida (IGP): se concede a productos agrícolas o alimenticios estrechamente vinculados a una zona geográfica. Al menos una de las etapas de producción, transformación o preparación debe llevarse a cabo en la zona especificada.
Especialidad Tradicional Garantizada (ETG): destaca el carácter tradicional de los alimentos, ya sea por su composición o por el método de elaboración.
El desglose de los alimentos registrados hasta la fecha es el siguiente: 505 DOP, 465 IGP y 30 ETG. La inclusión en el registro no es automática, ya que la UE debe examinar antes la solicitud, a la que pueden oponerse otros productores.
Los vinos y licores de la UE están protegidos por sus propios sistemas de etiquetado.
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