¿Pero es que existe una forma especial de aliñar las ensaladas?
Pues sí, existe y tiene toda su lógica.
El orden correcto para aliñar una ensalada es el siguiente: primero la sal, luego el vinagre y luego el aceite. Aunque parezca raro, alterar el orden puede echar a perder tu ensalada.
El motivo es el siguiente: se echa primero la sal porque se disuelve muy rápido debido a la humedad de los alimentos, después se echa el vinagre y lo último el aceite.
Si se cambia el orden y se hace al revés, lo que ocurrirá es que el aceite recubrirá la lechuga y demás verduras con una fina capa que no dejará que el resto de componentes del aliño penetren en las verduras.
Lo que ocurriría exactamente es que el vinagre resbalaría por encima del aceite y acabaría en el fondo del plato y la sal, que no se puede disolver en el aceite, quedaría entera encima de todo el aliño.
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