Vivimos en un mundo obsesionado con la rapidez, por conseguir más en menos tiempo. Esta es la época de la marcación rápida, la comida rápida, las citas rápidas y el sexo rápido. Frente a esto, hace años surgió el movimiento slow, que propone tomarse la vida con más calma. Es en este punto, donde la filosofía slow y el nuevo producto de Häagen-Dazs conectan.
El producto llega al mercado con dos sabores, Chocolate Fondant y Creme Brulée, y en los formatos de single-pack (100ml) y bi-pack (2x100ml).
El mercado de los helados no pasa por su mejor momento, después de una temporada mala en la que han influido tanto la crisis como las suaves temperaturas verano pasado. Además, reconoce la responsable de marketing de Häagen-Dazs, “el segmento premium, que es en el que nosotros estamos posicionados, está más tocado”. Sin embargo asegura que Häagen-Dazs está ganando cuota de mercado por varios motivos. En primer lugar, porque es una marca menos estacional, que se consume durante todo el año, tanto por su “carácter festivo”, de producto para ocasiones especiales, como por la actividad de las 900 Tiendas Häagen-Dazs que hay (87 de ellas están en la Península Ibérica).
El peso de la marca de la distribución en el mercado de los helados es muy importante, un 82% en volumen y un 62% en valor, lo que según Elisabet Boldú, “deja un espacio de expresión reducido a la marca”. Sin embargo, Häagen-Dazs y la marca de la distribución “no compiten en las mismas ocasiones. Ellos tienen una buena relación calidad-precio que puede convencer al consumidor, pero Häagen-Dazs es una recompensa que compra cuando quiere lo mejor.
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