Casi la mitad de las lecherías chinas están siendo cerradas después de no haber logrado obtener nuevas licencias.
Funcionarios dijeron que 533 empresas lecheras recibieron la orden de cesar sus operaciones a raíz de inspecciones de la agencia estatal de supervisión de la calidad.
La decisión tiene lugar después de que, recientemente, volvieran a aparecer contaminantes en la leche.
El gobierno se comprometió a mejorar la industria en 2008.
Ese año se descubrió que algunas empresas lecheras le habían añadido a sus productos una sustancia tóxica, melamina, para aparentar un mayor contenido de proteínas.
Por lo menos seis niños que bebieron la leche contaminada murieron y miles se enfermaron, lo que causó una gran indignación popular.
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