Investigadores europeos liderados por la Universidad de Milán ultiman el diseño de un chip que permitirá detectar infecciones en alimentos contaminados de forma más rápida y eficiente, mediante un dispositivo que estará lista para su comercialización antes de que finalice el año.
El proyecto Fobos, en el que también han participado el Servicio de Genética Molecular de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y la Universidad de Estonia, posibilita que mediante un análisis de fragmentos del ADN de los alimentos se determine si están presentes patógenos como la E.coli, la salmonelosis, la colibacilosis o el botulismo.
Estos patógenos pueden escapar a los controles alimentarios tradicionales, como ha ocurrido recientemente durante la llamada crisis de los pepinos en Alemania, por lo que el proyecto Fobos tiene como primer objetivo la creación de un protocolo de análisis para los alimentos que procedan del sector agroalimentario animal como son la leche, los quesos y la carne.
El chip permite analizar en un tiempo récord de dos a tres horas como máximo un número elevado de muestras, lo que posibilita su uso a nivel industrial.
Los investigadores catalanes de la UAB, encabezados por Armand Sánchez, han contado por con el apoyo de ACC1Ó, la agencia para la competitividad de la empresa catalana de la Consejería de Empresa y Ocupación de la Generalitat.
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