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Leche
Precio insostenible de la leche
El sector primario no es una excepción dentro de esta situación, no viéndose libre de las influencias de la crisis general
05/07/2011 Lecheria Latina
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Serán muy pocos los sectores, en el caso de haber alguno, que actualmente puedan decir que su situación es normal o buena. Dada la coyuntura general que nos toca vivir esto pasa por ser casi comprensible y al mismo tiempo nos obliga a hacer un análisis de la situación dentro de cada sector, para intentar adaptarse a estas nuevas circunstancias del mercado y procurar los cambios que, a juicio de cada uno, sean necesarios para este fin. Así bien nos encontramos, dentro de cada sector, algún empresario que en virtud a su visión, esfuerzo, capacidad de adaptación, recursos etc . es capaz de mantener una actividad rentable en sí misma frente a la de otros colegas que no han sido capaces y podemos valorar como la capacidad de gestión de cada individuo puede ser la diferencia entre negocios rentables y otros no, perteneciendo los dos al mismo gremio.
El sector primario no es una excepción dentro de esta situación, no viéndose libre de las influencias de la crisis general, pero dentro de este, el sector productor de leche tiene unas particularidades de funcionamiento que debemos destacar para poder hacer llegar a los profanos en el tema la realidad de este sector, que tiene la consideración por muchos como de un sector lastimero y con poca base para sus quejas.
Dejemos a un lado algunas características inherentes a la actividad productora de leche como puedan ser la de trabajar siete días a la semana, el tipo de horario, o la inversión multimillonaria que es necesaria para poder desarrollar la actividad cumpliendo las exigencias actuales para conseguir un producto con el máximo grado de trazabilidad y seguridad alimentaria, todo ello son características que el productor conoce mejor que nadie y que asume desde el momento que se decide a desempeñar esta actividad. Incluso dejemos a un lado beneficios que este tipo de actividad genera para toda la sociedad, al margen del producto objeto de la misma, como son la fijación de población al medio rural, el evitar la dependencia de terceros de países en productos de primera necesidad o el mantenimiento de flora fauna y biodiversidad, cuestiones más valoradas cuanto más avanzada es una sociedad pero que no son objeto de esta reflexión.
Centrémonos en la actividad económica como tal y la probabilidad de asistir, como espectadores de primera fila, a una desaparición brusca del sector tras la cual no habrá suerte alguna de resurrección.
Distintos grupos de expertos fijan en torno a los 0,34 euros el coste de producción del litro de leche. Otros proyectos, para determinar el precio medio del litro de leche pagado al productor, fijan en 0,30 euros este precio. Una granja tipo de Cantabria se puede considerar que cuenta con 57 animales productores y una media por año de 8.900 litros por animal, la pérdida acumulada en base a estos conceptos es de 0,04 x 8.900 x 57 = 20.292 euros/año.
Parece lógico que en este momento mucha gente se pregunte cómo va a ser eso posible, si estas granjas con esos niveles de pérdidas siguen funcionando, con aparente normalidad, la respuesta es muy sencilla y más preocupante, son negocios que tienen una larga trayectoria familiar de generación tras generación y que se están descapitalizando a un ritmo muy fuerte.
Dentro del coste de producción del litro de leche el porcentaje más alto se refiere al coste de la alimentación, dentro de esta y para atender las necesidades que estos animales demandan, es vital el aporte de concentrados, el precio de estas materias primas están influenciados por factores ajenos al sector y con una evolución independiente de la evolución de los precios del litro de leche o del kilo de carne, lo que hace imposible la actuación del productor sobre la principal variable dentro de su cálculo del coste de producción del litro de leche, respecto a las demás variables siempre es posible mejorar pero cada vez el margen es más escaso.
El otro gran factor dentro del cálculo de los beneficios netos es el precio que se paga al productor por el litro de leche, de nuevo nos encontramos con otra variable fuera del ámbito de influencia del productor, solamente modificable ligeramente por las calidades en grasa y proteína y cuyo valor final se conoce tiempo después de haber realizado la entrega del producto a la industria. Mientras estos precios se ajustan a unos valores de mercado que en el entorno de nuestro país han sido ligeramente inferiores a los españoles, la justificación era clara «en otros países está más barata» pero cuando en nuestro entorno el precio es mayor y encima hay que añadir los costes del transporte no aparece la explicación.
Con este panorama resulta vital arbitrar un sistema que permita, con el apoyo unánime de los productores, las administraciones y los consumidores, así como el resto de los integrantes de la cadena de valor de los productos lácteos, establecer unos márgenes que permitan la actividad del sector y garanticen el suministro a medio y largo plazo, si actuamos ya todavía estamos a tiempo, pero cada vez queda menos margen.