Los gobiernos deben trabajar para lograr un cambio clave hacia la agricultura de pequeños productores si pretenden superar las endémicas crisis alimentarias y lograr un alza de la producción para alimentar a la población global, dijo ayer Naciones Unidas
En su estudio social y económico mundial, dijo que era vital una transformación desde sistemas de agricultura intensivos y a gran escala si se pretende evitar la creciente degradación del medio ambiente y de la Tierra.
La crisis alimentaria de 2007-08 y un repunte de precios este año «han revelado problemas estructurales profundos en el sistema alimentario global y la necesidad de incrementar los recursos y la innovación en la agricultura para acelerar la producción alimentaria», declaró el estudio.
La producción alimentaria, dijo, tendría que aumentar entre un 70% y el 100% a 2050 para suministrar a una población mundial que habría crecido el 35% desde la cifra actual de 6.900 millones a cerca de 9.000 millones para ese período.
«Con la tecnología, las prácticas y el uso de la tierra actuales, esto no se puede lograr sin contribuir más a la emisión de gases de efecto invernadero, la contaminación del agua y la degradación de la tierra», argumentó el estudio.
A su vez, la degradación ambiental socavaría el crecimiento de la productividad.
De casi un séptimo de la población global, unas 925 millones de personas que padecen desnutrición, sin acceso a los nutrientes adecuados que posibilitan una vida activa y saludable, un 98% vive en países en vías de desarrollo.
Dos tercios de esta población se concentra en siete países, Bangladesh, China, República Democrática del Congo, Etiopía, India, Indonesia y Pakistán. A grandes rasgos, 578 millones están en Asia y el Pacífico, y 239 millones en África subsahariana.
La peor sequía en 60 años en el Cuerno de África generó una severa crisis alimentaria y altas tasas de desnutrición, mientras que en algunas partes de Kenia y Somalia se viven condiciones cercanas a la hambruna.
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