El Servicio de Inocuidad e Inspección de los Alimentos (FSIS por sus siglas en inglés) del Departamento de Agricultura de los EE.UU., ha revisado las normas sobre la prevalencia de Salmonella y Campylobacter en las canales de pollos y pavos. Las nuevas normas entraron en vigor el pasado 1 de julio.
El número de muestras a tomar se mantiene pero cada una de ellas debe ser analizada para detectar la presencia de Salmonella y Campylobacter. Los establecimientos pasarán las pruebas si no se detectan más de 5 casos positivos en cada muestra de 51 canales, en el caso de la Salmonella. Para Campylobacter el máximo serán 3 casos positivos por cada 56 muestras analizadas en el caso de los pavos. Si se superaran estos niveles, se tomarán más muestras y serán analizadas para detectar la presencia de ambas bacterias.
Según el secretario de Agricultura de EE.UU., Tom Vilsack, esta nueva norma permitirá mejorar los estándares de seguridad alimentaria de su país, siendo especialmente positiva para los consumidores más vulnerables, como es el caso de niños, ancianos, etc.
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