Hong Kong enfrentó una escasez de leche en polvo para bebés desde diciembre hasta marzo de 2010, debido a que los clientes de China continental compraron grandes cantidades de este producto en Hong Kong para almacenarlo y tener reservas durante las fiestas del Año Nuevo.
Los padres en Hong Kong pidieron políticas de intervención al gobierno y propusieron un impuesto de salida a la leche en polvo, para evitar que los contrabandistas las transporten a través de la frontera y las revendan.
La causa raíz de la escasez de leche en polvo se puede rastrear hasta aquel triste y célebre escándalo de leche contaminada con melamina [en] en 2008. Desde entonces, una y otra vez han estado surgiendo escándalos respecto a la seguridad de la leche en China.
Hay ejemplos recientes, como el descubrimiento en 2010 de altos niveles de hormonas en fórmulas infantiles [en] y el escándalo en febrero de 2011 por la presencia en productos lácteos, de sustancias químicas cancerígenas que se usan en peletería [en].
Con el fin de proteger a sus hijos de leche contaminada, los padres chinos continentales de clase media compran leche en polvo extranjera por cualquier medio posible. Algunos incluso optan por viajar a Hong Kong para comprarla.
Los contrabandistas se aprovechan de esta oportunidad de negocio y activamente organizan que “viajeros profesionales” traigan leche en polvo en su equipaje a través de la frontera para después revenderla. Los reportes dicen que algunos clientes llegan a pagar hasta 50 HKD (dólares de Hong Kong, equivalentes a 6 dólares estadounidenses) adicionales por cada recipiente de leche.
Reacciones de los padres en Hong Kong
Frente a la escasez de leche en polvo, los furiosos padres de Hong Kong organizaron una campaña y pidieron en enero de 2011 que se introdujera un impuesto de salida a la leche en polvo.
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