Ahora que el calor empieza a apretar, qué mejor forma de refrescar que aprovechando la huerta española. El pepino es una de las hortalizas reinas del verano, versátil, sana y muy ligera.
El pepino es una de las hortalizas más presentes en la dieta mediterránea, sobre todo cuando el calor empieza apretar y necesitamos aligerar nuestros menús. Fundamental en gastronomías como la turca, la árabe, la hindú y, por supuesto en la española, nos proporciona una gran versatilidad para jugar con él e innovar en nuestras recetas. Desde el clásico gazpacho, hasta recetas más innovadoras como un sushi de pepino, una sopa fría de pepino y aguacate o adaptación de recetas orientales como el pepino con salsa de yogur y menta.
Los principales beneficios del pepino pasan por su gran aporte de agua (96%), y sus bajísimo valor energético , que no llega a las 12Kcal por 100g. El valor nutricional del pepino al igual que muchas hortalizas, más que su aporte concreto de nutrientes, reside en que se consume acompañando a otras hortalizas que terminan formando platos tradicionales de la dieta mediterránea muy ricos en vitamina C, fibra, vitamina A, potasio, etc. ejemplo de ellos son las deliciosas y tradicionales ensaladas con tomate, pimiento, cebolla y lechuga, o los veraniegos gazpachos o cremas frías de pepino. La vitamina C protege a las células del daño oxidativo y contribuye al normal funcionamiento del metabolismo y de los sistemas nervioso e inmunitario. además, el pepino contieneflavonoides y taninos, sustancias con un potencial efecto preventivo frente a la oxidación celular que es la base de muchas enfermedades como el cáncer o la enfermedad cardiovascular.
Además, el pepino es un viejo conocido de los tratamientos de belleza. Aplicado sobre la piel puede ayudar a descongestionar, calmar e hidratar, por lo que podemos extender su uso no solo a nuestras recetas, si no también, para preparar nuestros tratamientos de cosmética natural.
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