Con el apoyo de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca para promover el consumo de alimentos sanos y alto valor nutritivo, en este ciclo escolar se venderán botanas, a precios accesibles, desarrolladas por el Sistema Producto Calamar.
El ''Calisnack'' es un alimento innovador y al que le apuestan los productores para su comercialización en una bolsita con calamar preparado y listo para abrir y comer.
Como parte de las acciones de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA) para impulsar el consumo de alimentos sanos y alto valor nutritivo, en este ciclo escolar que inicia se venderá, a precios accesibles, en escuelas de nivel básico un alimento a base de calamar con el que el Sistema Producto Calamar busca contribuir a mejorar la nutrición de los infantes.
''El Calisnack'' es uno de los alimentos más innovadores y al que le apuestan los productores para su comercialización en una bolsita con calamar preparado y listo para abrir y comer. Su presentación comercial es de 100 gramos y cuesta 18 pesos, pero la que se venderá –en una primera etapa— sólo en escuelas del norte del país costará seis pesos.
El Comité del Sistema Producto Calamar (CSPC) de Baja California detalló que a través de un programa de las autoridades locales de pesca de la entidad buscan entrar a las escuelas con productos tipo botanas, pero con un alto valor nutricional, toda vez que ya se trata de un alimento con alto contenido de Omega 3, componente que contribuye a prevenir enfermedades cardiovasculares.
Al respecto, el titular de la CONAPESCA, Ramón Corral Ávila, adelantó que los productos que se expenden en las escuelas de nivel básico podrían ser sustituidas por productos del mar y la acuacultura, como el calamar deshidratado –que es consumido desde hace décadas por los niños en Japón, Corea y China—, como parte de la campaña federal en contra de la obesidad y el sobrepeso.
“En nuestro país se pescan más de 66 mil toneladas de calamar gigante que podría dirigirse a la alimentación de los niños, pero no sólo eso, también se les puede ofrecer brochetas y empanadas de sardina, debido a que el Sistema Producto de la Sardina ya explora nuevas presentaciones de la especie para ofrecer un producto económico”, destacó.
El nuevo producto y otras variedades
Sobre el nuevo producto, el biólogo Alejandro Arias, industrializador de productos de calamar e integrante del CSPC refirió que el mercado internacional para comercializar al calamar que se produce en las costas mexicanas ya es un hecho, toda vez que en Europa y Asia se vende muy bien.
“Pero, lo que nos interesa es darle valor agregado a la producción y ofrecerlo al mercado interno, porque siempre los mejores productos agroalimentarios se destinan a la exportación”, indicó.
Por ello, señaló, los productores buscan sustituir los productos con alto valor calórico por alimentos de calidad nutricional que contribuyan a combatir la obesidad y el sobrepeso.
Los productores desarrollan actualmente su fase de promoción del alimento: realizan demostraciones y degustaciones en espacios públicos con el fin de que los niños se vayan familiarizando con la nueva línea de productos de calamar.
El CSPC –que agrupa a 45 productores, 12 plantas procesadoras, cinco comercializadores y a todos los prestadores de servicios, así como a los centros de investigación— trabaja en el desarrollo de diversos productos de valor agregado como las botanas, el chorizo de calamar, el paté de calamar, los nuggets y calamar precocido.
También han desarrollado un recetario con más de 150 fórmulas de preparación del calamar, con el fin de que la gente amplíe sus opciones para consumir a la especie.
Producción del camalar
El precio promedio del calamar congelado es de 15 pesos, pero éste varía con base en la demanda y la temporada del año.
Baja California Sur encabeza a las entidades productoras con 37.2 toneladas, seguido de Sonora con 12.38, Baja California con 11.7 y Sinaloa con 3.5 toneladas.
La especie que se captura en la península de Baja California es el calamar gigante, especie migratoria que ocasionalmente se asienta como ocurrió en el Golfo de California.
En un ambiente adecuado el calamar crece muy rápido (de seis meses a un año) y tiene un sentido muy desarrollado de la perpetuidad de su entorno, es decir, si encuentra condiciones adversas de ambiente, alimentación o temperatura para su desarrollo, acelera su proceso de crecimiento y una vez concluido desova.
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