En el cole se aprende a sumar, multiplicar, a ubicar ciudades y países en un mapa... y también a comer. Se estima que cerca de dos millones de alumnos realiza durante los cinco días de la semana la comida principal en su centro de enseñanza. Alimentarse de forma saludable supone tener una buena educación alimentaria. Sin embargo, la calidad dietética de los menús que los centros escolares ofrecen a los alumnos ha empeorado: desde la última evaluación de menús escolares realizada hace tres años por EROSKI CONSUMER, se ha comprobado que casi uno de cada tres menús analizados presenta carencias nutricionales. Así lo ha podido constatar esta revista después de analizar los menús de dos semanas completas de los comedores escolares de 209 colegios de 19 provincias españolas: A Coruña, Álava, Alicante, Almería, Asturias, Barcelona, Cantabria, Córdoba, Granada, Guipúzcoa, Madrid, Málaga, Murcia, Navarra, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vizcaya y Zaragoza. De ellos, un 62% son de titularidad pública, un 36% concertados y tan solo un 2% privados. Además, la mayoría de los centros incluidos en el informe imparten estudios de Educación Infantil y Primaria, y cuatro de cada cinco también Secundaria.
De media, los padres pagan 5 euros al día por el menú escolar.
En total, se analizaron 418 menús. Estos se sometieron a un análisis en el que se estudió la frecuencia de consumo (recomendada por la ''Guía de comedores escolares'' del programa Perseo, capitaneado por el Ministerio de Sanidad) de alimentos básicos que no deben faltar en los menús: verduras, ensaladas, legumbre, pescado y fruta fresca. También se tuvo en cuenta que no incluyesen en exceso productos precocinados (croquetas, empanadillas, salchichas, etc.) ni postres dulces. Así, los requisitos mínimos que debían cumplir eran los siguientes: incluir un mínimo de una vez por semana verdura, legumbre y pescado fresco o congelado no elaborado, no repetir más de dos veces en una misma semana precocinados y dulces, y ofrecer fruta fresca, como mínimo, un par de veces a la semana. La conclusión que se extrae del estudio no es positiva, ya que la calidad dietética de los menús evaluados ha empeorado con respecto al análisis similar realizado en 2008. Los resultados arrojan aspectos dietéticos mejorables en la oferta de verduras, precocinados y dulces: hay un 10% más de colegios respecto a 2008 que no ofrecen verdura al menos una vez por semana, casi se cuadriplican los que abusan de los precocinados (de 5,3% en 2008 a 19,6% en 2011), y son un 10% más los que abusan de los dulces por ofertarlos dos o más veces por semana (se ha pasado de no haber penalizaciones hace tres años, a que en la actualidad uno de cada diez centros suspendan por esta práctica dietética incorrecta).
En resumen, el equipo de nutricionistas ha comprobado que hay que mejorar ciertos aspectos dietéticos concretos. Por una parte, se debe trabajar en ofrecer más variedad de alimentos básicos (verduras y pescados), así como en las preparaciones culinarias de los alimentos. Y es que los precocinados fritos, los rebozados y los empanados son demasiado habituales en los menús, incluso en algunos la presencia de frituras es casi diaria, lo que repercute en platos excesivamente grasos y calóricos, y en una pobre propuesta culinaria y de gusto.
Por otra parte, siguen siendo pobres y deficientes las guarniciones, un aspecto que se repite año tras año. Aunque se observa una significativa mejoría: las patatas fritas ya no son el acompañamiento más socorrido aunque las ensaladas y resto de guarniciones suelen ser muy simples y poco atractivas (lechuga en la mayoría de los casos).
Así, la nota media de los menús analizados fue de un ajustado ''aceptable'', por debajo del ''bien'' de 2008. Por territorios, las mejores calificaciones fueron a parar a Barcelona, Córdoba, Granada, Málaga y Navarra (''bien); las peores recayeron en Cantabria (''mal''). Álava y Madrid logran un ''aceptable-bien''; mientras que Alicante, Almería, Guipúzcoa, Sevilla, Valladolid y Zaragoza rondan la media, y A Coruña, Asturias, Murcia, Valencia y Vizcaya suspenden con un ''regular''.
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