Según la web de la láctea, el pasado 24 de diciembre la Administración Nacional de Inspección de la Calidad y Cuarentena, el principal órgano de inspección alimentaria del país, descubrió la bacteria en uno de los 25 productos de Mengniu examinados.
El lote problemático fue detectado en la planta de Mengniu en Meishan, en la provincia suroccidental china de Sichuan.
Según la propia empresa, la toxina puede causar hepatitis y desarrollar cáncer.
Los productos defectuosos estaban almacenados y serán destruidos, y según Mengniu ninguna de las partidas afectadas había llegado a los mercados, donde asegura que todos sus productos están “cualificados”.
Según la administración, la toxina fue hallada en cantidades superiores a lo permitido en los productos lácteos, en un nuevo caso de fallos en la seguridad alimentaria para la firma láctea china.
China ha sido escenario en los últimos años de escándalos alimentarios que han afectado a cientos de miles de personas, como el caso de la leche adulterada con melamina, que mató a seis bebés en 2008 y afectó a otros 300.000.
Pero también aceite de cocina reciclado de las alcantarillas, productos adulterados con colorantes tóxicos, o fármacos con líquido para frenos.
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