El vino es un artículo especialmente relacionado con el ocio y el tiempo libre.
Los compradores austriacos de vino son eminentemente conservadores, según se deduce de una encuesta realizada por el instituto de estudios de mercado IMAS International en el país alpino. El consumidor medio se decanta por vinos que ya le han gustado anteriormente (36%), antes que probar otros nuevos (sólo el 22% se muestra partidario de ''innovar''). Además, el consumidor local es ''patriota'', puesto que prefiere referencias austriacas antes que propuestas vinícolas extranjeras.
La relación calidad-precio es importante para el 70% de los encuestados, así como la confianza en la calidad del producto (63%), el personal amable (55%) y la existencia de ofertas especiales (54%). Los expertos consideran que la ''emocionalidad'' del producto es una clave de éxito en dicho sector, ya que ''el vino es un artículo especialmente relacionado con el ocio y el tiempo libre, por lo que se necesita una buena estrategia de comunicación con una historia que lo avale''.
En general, los austriacos –que pagan de promedio el doble por botella que sus vecinos alemanes- son consumidores leales, para los que la fiabilidad de los productos juega un papel esencial, con una cada vez mayor valoración de la calidad.
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