La cadena de supermercados británica Morrisons lanza su revolucionaria bodega online.
Morrisons, uno de los cuatro supermercados líderes en el sector de la distribución en Reino Unido, ha habilitado su nueva página web de venta online de vinos: Morrisons Cellar. Con ella pretende aumentar las ventas de la cadena en dicho segmento en, aproximadamente, 100 millones de libras (unos 125 millones de euros).
El anuncio del lanzamiento de la bodega virtual se hizo público en septiembre, cuando se adelantó que contaría con un ''test de gustos'' que guiaría al usuario para realizar una compra adecuada a sus preferencias. Esta encuesta propone cuatro preguntas al consumidor con las que conocer sus preferencias sobre sabores, que se clasifican, a su vez, en cuatro categorías: suave, fresco, dulce o intenso. Una vez se conoce el “perfil del paladar” se le sugieren varios vinos ''que encajarían perfectamente con sus gustos''.
Según Simon Harrison, consultor de estrategia de la compañía, “Morrisons Cellar ofrece algo completamente diferente a la oferta online de nuestros competidores. La iniciativa fue desarrollada como respuesta a una encuesta realizada a más de 10.000 personas en la que los consumidores de vino explicaron su frustración con la forma en la que se vende dicho producto en Reino Unido hoy en día. Nosotros les escuchamos y actuamos en consecuencia”.
Si la iniciativa acaba por calar entre los usuarios, puede ser el comienzo de una nueva forma de catalogar los vinos, así como una valiosa fuente de información para los agentes del mercado, que estarían al tanto de las preferencias de los consumidores en todo momento.
Tal y como anuncian desde el Departamento de Compras de Morrisons, ''el ''test de gustos'' ofrece un nuevo reto para nuestro equipo de compra de vinos. Analizando los gustos de los consumidores, nos dimos cuenta de que mientras que el 30% de la población británica tiene un perfil dulce, la oferta de este tipo de vinos en las tiendas es sólo de entre un 10% y un 15%. Hemos estudiado a fondo tanto el rango de precios como de sabores para conseguir crear una categoría de vinos más comprensible que ayude al consumidor, no solo a encontrar un vino que disfrute, sino también para que se sienta dispuesto a probar uno que no hubiese catado con anterioridad”.
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