La zanahoria entre otros, es una gran aliada para evitar la ceguera nocturna.
La alimentación es un factor fundamental para que cada ''pieza'' que conforma el cuerpo de un ser humano funcione de la mejor manera, ya que de acuerdo a los nutrientes de éstos, algunos órganos se ven beneficiados para evitar o contrarrestar algunos padecimientos que impidan llevar acabo eficazmente su trabajo.
Por su puesto, los ojos no son la excepción. Por ello, enlistamos algunos alimentos que te ayudarán a cuidar mejor de la salud de tus ojos:
Las verduras y las frutas de colores más llamativos (naranja, rojo y amarillo intenso) como: la zanahoria, son destacadas por su alto contenido en betacarotenos, que el organismo transforma en vitamina A, la cual es una gran aliada para evitar la ceguera nocturna, la xeroftalmia (desecación de la cornea del ojo con pérdida de la visión), además de prevenir el glaucoma (tensión ocular). Otros alimentos recomendados son: el tomate, la calabaza, las espinacas, los berros y las verdolagas.
De igual forma, las verduras de color verde intenso y amarillo oscuro como: la coliflor, coles de Bruselas y el brócoli, también aportan una buena dosis de vitamina A que es importante para la visión nocturna.
Los pimientos contienen una gran cantidad de vitamina C, la cual es indispensable para la absorción de la vitamina A y E, pues la vitamina C es necesaria para que los capilares no se debiliten, mientras que la vitamina E protege las membranas celulares de la oxidación mediante la protección de sus ácidos grasos que ayudan a prevenir la aparición de las cataratas. Otros alimentos de los que puedes obtener vitamina E son: las verdolagas, espárragos, lechuga, nueces, germen de trigo y semillas de girasol.
Frutos rojos o rojizos como las zarzamoras, frambuesas, arándanos, manzanas y ciruelas, son alimentos ricos en antocianidinas, que son un subgrupo de la familia de los flavonoides que tienen una gran capacidad antioxidante y son grandes aliadas en la reparación de las células nerviosas de la retina, en el incremento del flujo sanguíneo que aporta mayores nutrientes al ojo; en la protección del colágeno, y en la conservación y mayor rapidez en la producción de rodopsina, una proteína de los bastones de la retina encargada de captar la luz.
De igual manera, los ácidos grasos omega 6 y omega 3, son esenciales para evitar la degeneración macular (enfermedad de los ojos que produce la pérdida de visión) y participan en la formación de vitamina A, a partir de los carotenos. Por lo tanto para la obtención de los ácidos grasos omega 6 (ácidos linoleicos) puedes consumir aceite de soya, girasol, maíz y germen de trigo, así como de los frutos secos y cereales integrales; mientras que los ácidos grasos omega 3 (alfa linoleicos) los obtienes al ingerir soya, lino, cereales integrales, semillas de calabaza y de las nueces.
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