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Pobreza
Política alimentaria, erradicación del hambre
Con estas primeras experiencia en conservación de la agrobiodiversidad, queremos en el futuro poner en marcha una Estrategia de conservación...
11/12/2012 -
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La política alimentaria es un compromiso con la erradicación de la pobreza y el hambre.
El consejero de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Luis Planas, ha de-fendido la concepción de la política alimentaria como un compromiso con la erradicación de la pobreza y el hambre. Planas, que ha realizado estas decla-raciones con motivo de su intervención en el Seminario Internacional celebra-do en Córdoba “Cultivos del pasado y nuevos cultivos para afrontar los retos del siglo XXI”, ha defendido que “nuestro compromiso alimentario es un com-promiso productivo, de cantidad y de calidad, pero también y sobre todo, un compromiso social que nunca debemos olvidar. Nada de lo que estamos hablando tendría un sentido si no lo fuera en provecho de las personas”. El consejero ha insistido en que los “nuevos y viejos cultivos” deben dirigirse a “la erradicación de la pobreza y el hambre, en definitiva a la dignidad humana”.
En este sentido, Planas se ha referido a Andalucía “como una de las regiones con mayor biodiversidad de Europa, gracias a su ubicación geográfica y a haber sido históricamente un nexo entre culturas, lo cual ha propiciado que cuente con una elevada cantidad de recursos fitogenéticos”. Por tanto, ha vinculado la importancia de preservar el rico patrimonio fitogenético de Andalucía con “la necesidad de garantizar una agricultura sostenible y de futuro, que mitigue el cambio climático, se adapte a la mejora y conservación de los recursos naturales y asegure una alimentación de calidad”.
En su opinión, “la conservación de estos recursos no sólo mantendrá la riqueza y cantidad de información genética con la que tradicionalmente han contado nuestros cultivos, sino que contribuirá al equilibrio entre ecosistemas y al desarrollo de una agricultura adaptada al territorio y respetuosa con el medio ambiente que nos permita en el futuro afrontar problemas y aprovechar oportunidades”.
Para Planas, un claro ejemplo de la enorme riqueza de especies y variedades vegetales de Andalucía está en uno de los cultivos más emblemáticos del Mediterráneo, el olivar), del que esta comunidad autónoma cuenta con más de 150 variedades (de las más de 260 que se localizan en España. Ello, unido al decidido apoyo de la Junta y la colaboración de un equipo de expertos de la Universidad de Córdoba, ha motivado que El Banco Mundial de Germoplasma del Olivo (BMGO) tenga su sede en Córdoba en el centro Alameda del Obispo, del Instituto de Formación e Investigación Agraria (Ifapa), adscrito a la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente. El BMGO representa el mayor patrimonio genético de variedades de olivo que exige en el mundo, con un total de 413 en colección, procedentes de 20 países.
Actuaciones más destacadas
Entre otras actuaciones destacadas de la Administración andaluza en materia de recursos fitogenéticos, el consejero también ha resaltado el Libro Blanco de Recursos Fitogenéticos con riesgo de erosión genética de interés para la Agricultura y la Alimentación de Andalucía, que se presentó en abril de este año. Igualmente, ha apuntado el compromiso adquirido por el Gobierno andaluz en la conservación de dichos recursos de la mano del cada vez más importante sector ecológico andaluz, tal y como se recoge en el II Plan Andaluz de Agricultura Ecológica. “Con estas primeras experiencia en conservación de la agrobiodiversidad, queremos en el futuro poner en marcha una Estrategia de conservación y utilización sostenible de los recursos fitogenéticos en Andalucía que, entre otras medidas, contemple la constitución de un Panel de Expertos de Recursos Fitogenéticos, que trabajen de forma conjunta y coordinada en actuaciones futuras de conservación y recuperación”, ha añadido.
Junto a esas actuaciones para el mantenimiento de la riqueza fitogenética en Andalucía, desde la Junta se viene impulsando otras políticas también dirigidas a consolidar una agricultura de futuro en un contexto económico de mercado cada vez más globalizado. Ése es el caso de líneas de actuación encaminadas a la mejora de las rentas de los agricultores, el mantenimiento de la competitividad de las explotaciones, y la transformación y comercialización a través de estructuras asociativas.
En el Seminario Internacional “Cultivos para el Siglo XXI”, hospedado por la Cátedra de Estudios sobre Hambre y Pobreza (CEHAP) de la Universidad de Córdoba, que también forma parte de su Comité Organizador, participan además, entre otras entidades y organismos, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (IFAD), el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Agricultura y la Alimentación, la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el Ministerio de Economía y Competitividad, el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, la Real Academia de Gastronomía, el Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario (CeiA3), la Diputación de Córdoba, y el Ayuntamiento de Córdoba.
