El consumo de cerveza y vinos espumosos en Argentina ha cerrado el ejercicio de 2011 con un nuevo récord, con volúmenes aproximados de 50 y 0,73 litros per cápita, respectivamente.
La demanda de cerveza en el mercado local ha aumentado un 14% en tres años. Este dinamismo tiene explicación en los cambios de hábito de consumo: la cerveza ha pasado de tener un consumo marcadamente estacional (con sus picos máximos en verano) a uno más sostenido a lo largo del año. En detrimento, el vino de mesa ha experimentado una disminución del 7% desde 2008 (24,2 litros per cápita anuales). Esta retracción se justifica, principalmente, por la tendencia hacia los vinos de mayor calidad, lo que lleva a un consumo más ocasional.
Tras la cerveza, los vinos espumosos son los que más han crecido en los últimos tres ejercicios, con un repunte del 12%. Una de las razones que ha llevado a dicha evolución es el apoyo gubernamental que ha recibido el sector a partir de 2005 con la adopción de una exención impositiva de tres años con el objetivo de impulsar el consumo de champán en el país latinoamericano.
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