La consultora GfK ha realizado un estudio sobre el mercado del vino en Bélgica –con entrevistas a 5.000 familias- en el que se constata cómo el consumo ha disminuido en el país durante 2011, a excepción del mes de diciembre, cuando se registró un aumento de ventas considerable.
Los vinos representan un 19% de los gastos de las familias belgas en concepto de bebidas consumidas en el domicilio. Sin embargo, estos gastos que suelen aumentar un 3% anual, se han reducido un 3% respecto al ejercicio de 2010. Así, el ciudadano belga ha consumido 24 litros per cápita durante 2011, de los cuales un 65% se ha contabilizado en el propio domicilio. Este dato sitúa a Bélgica en una buena posición en el ranking mundial, y más considerando que se trata de un país que no produce vino. Sin embargo, en análisis certifica considerables diferencias entre el norte y el sur del país.
Los vinos franceses siguen liderando las ventas y el consumo en la región sur, Valonia y Bruselas. Sin embargo, se ha detectado una disminución de las ventas de vinos italianos y originarios del ‘Nuevo Mundo’ (Chile, Argentina, África del Sur, Australia, Estados Unidos), al tiempo que la comercialización de caldos españoles sigue aumentando. Por su parte, en la región norte del país (Flandes) se ha constatado un repunte de las ventas de vinos galos, mientras que el resto de ventas se encuentra más diversificado.
Los caldos franceses representan un 58% de las ventas en Bélgica. Hace 40 años, este porcentaje se situaba en el 80%. En la región sur (Valonia) y Bruselas, se consume un 58% de vino tinto, tasa que en Flandes alcanza el 52%. Mientras, el vino blanco se consume más en Flandes (36,2%) que en resto del país (22,5%). Por último, señalar que los caldos rosados se consumen principalmente en Valonia y Bruselas, con una cuota del 18,6%, frente al 8,3% contabilizado en Flandes.
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