Ingredientes para ''4 personas'':
- 8 tomates medianos maduros.
- 1 cebolla.
- 100g de arroz largo.
- 6 patatas medianas.
- 1 diente de ajo.
- 1 ramita de perejil.
- 4 cs de aceite de oliva.
- 10ml de agua.
- Azúcar.
- Sal.
- Pimienta.
Tiempo total: 1 hr
Tiempo de elaboración: 20 min
Tiempo de cocción: 40 min
Epoca del año recomendada: Todo el año
Elaboración:
Lave los tomates, corte las partes superiores con un cuchillo afilado y consérvelas para utilizarlas como tapa. Vacíe los tomates con la ayuda de una cucharilla, retire las semillas, pique muy fina la pulpa obtenida y vaya recogiendo el jugo. Pele y pique la cebolla y el ajo. Pique el perejil.
En un cuenco, mezcle la pulpa de los tomates con el arroz (no debe estar cocido), la cebolla, el ajo, el perejil, 2 cucharadas de aceite de oliva, una pizca de sal y pimienta.
Espolvoree los tomates con una pizca de azúcar y rellénelos con la mezcla de arroz. Cierre los tomates con sus respectivas tapas y colóquelos en una fuente de hornear.
Pele las patatas, lávelas, córtelas en láminas y distribúyalas entre los tomates. Espolvoréelas con un poco de sal, riegue con el aceite de oliva restante y añada el agua y el jugo de tomate que ha obtenido.
Introduzca la fuente en el horno precalentado a 180ºC y cueza durante 40 minutos aproximadamente.
¿Sabías que?
Como ya hemos comentado en varias ocasiones, la gastronomía griega goza de las mejores condiciones para unificar un espléndido y equilibrado espectro de buena cocina mediterránea. No se trata sólo del clima benigno y el entorno indicado, sino que también se debe a la estratégica posición geográfica que ocupa en pleno Mediterráneo la península griega y todo el conjunto de islas que la acompañan. Y es que no podemos dejar de lado las continuas influencias y préstamos culturales que se han intercambiado a lo largo de la historia fruto de múltiples contactos entre pueblos de uno y otro lado del Mediterráneo. Ese es precisamente el valor único y distintivo de la cultura alimentaria mediterránea. Un ejemplo de las transacciones culturales incorporadas en la dieta o dietas mediterráneas se halla en el plato que proponemos esta semana: tomates asados rellenos de arroz. En él encontramos la combinación de dos ingredientes plenamente adaptados y que en otros tiempos introducimos a nuestra dieta: el tomate y el arroz. Mientras que el tomate (aún siendo hoy uno de los principales vegetales empleados en la cocina griega) fue poco explotado hasta el siglo XVIII (pues hasta prácticamente el siglo XVII no llegaría del llamado Nuevo Mundo), el arroz ya era conocido entre la antigua clase aristocrática romana o para fines medicinales. Varios especialistas coinciden en afirmar que no es hasta el Medievo que se expande su cultivo en Bizancio, bajo la influencia de los árabes. En cuanto a la técnica del relleno, no se sabe bien cuando se inició, pero se conoce ya que desde la época clásica y posterior constituyó una de las fórmulas más apreciadas en distintas regiones del mapa.
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