Ingredientes:
- 1 tarrina de Salsa Funghi BUITONI
- 1 pechuga de pollo entera de 400g
- 200 g de espinacas frescas
- 1 Zanahoria 1 Patata, 1 Cebolla roja
- 4 Tomates para salsa
- Sal y pimienta
- La piel rallada de 1 limón
- 2 dientes de ajo, 1 rama de romero
- 4 chucharas de aceite virgen extra
- 2 ramas de orégano fresco,1 vaso de vino blanco
Elaboración:
Precalentar el horno a 180ºC. Mientras tanto lavar y pelar las patatas, la cebolla y los tomates. Cortar las patatas en láminas finas, la cebolla en láminas de ½ cm de grosor y los tomates por la mitad en el sentido de la longitud. Condimentar por separado las verduras con el aceite, la sal, la pimienta y el orégano.
Colocar todo en una bandeja con el papel para el horno y hornear por 25-30 minutos aproximadamente.
Extender la pechuga de pollo, bien abierta en filetes finos, entre dos láminas de film de plástico transparente. Con ayuda de un mazo, golpear la pechuga ligeramente para que la carne se aplane un poco. Quitar la lámina superior del film y condimentar con sal, pimienta y la piel del limón rallada. Extender encima de la carne las espinacas anteriormente salteados en la sartén con 1 cuchara de aceite, un diente de ajo y la zanahoria cortada en juliana. Envolver todo con la ayuda de la lámina de film hasta obtener un rollo. Retirar el plástico y atar con un hilo adecuado. Dorar en una sartén con el romero, el ajo y una cucharada de aceite removiendo de vez en cuando. Añadir el vino blanco y dejar evaporar, añadir unas cucharas de agua y dejar en cocción unos 15-20 minutos. Retirar el rollo de la sartén, añadir la salsa Funghi a la sartén y calentarla con la grasa.
Sacar las verduras del horno y cortar el rollo en rodajas. Poner en el centro del plato la salsa Funghi y colocar encima las rodajas de pollo acompañadas de las verduras asadas.
Notas nutricionales:
El pollo, entre las carnes es la que puede ser consumida con mayor frecuencia por su escasa aportación de grasas y por su aportación de proteínas de elevada calidad. Como todas las carnes blancas (pavo, conejo…) puede ser consumida varias veces a la semana; mientras las carnes rojas se deberían consumir sólo pocas veces al mes.
Espinacas, cebollas y patatas añaden verduras a nuestro plato y lo hacen perfecto para una cena deliciosa. Añadiendo una rebabada de pan y fruta es posible disfrutar de una comida completa pero siempre ligera y de fácil digestión.
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