Las fracciones parlamentarias del PRI, PVEM y Nueva Alianza en la Legislatura del Estado de México propusieron expedir la Ley de Fomento para la Donación de Alimentos del Estado de México, pues en la actualidad, la falta recursos económicos ha ocasionado que en 8.5 por ciento de las viviendas en México alguna persona deja de comer hasta un día entero.
Del total de las personas que dejan de ingerir alimentos en el país, 13.6 habitan en la entidad mexiquense, lo que hace necesaria la aprobación de dicha ley.
La propuesta refiere también que en el mundo se producen alimentos suficientes para todos los habitantes, no obstante se registran más de mil millones de personas que padecen hambre y muestra de ello es que en México, además de que más de 28 millones de personas viven en pobreza alimentaria, lo que significa que en promedio 30 de cada 100 mexicanos que carecen de los recursos suficientes para comprar alimentos.
Es así que el principal objetivo la regulación y el fomento para la donación de alimentos, además de asegurar la distribución efectiva para contribuir en la atención de las necesidades alimentarias de la población, evitar el mal uso de los alimentos donados al tiempo de prevenir y sancionar el desvío de los mismos.
“Es indispensable combatir la pobreza alimentaria, pues constituye un serio y persistente problema en algunos lugares del país. Esta carencia se debe fundamentalmente a la inadecuada distribución de los alimentos, no por la falta de ellos, sino a la falta de capacidad para adquirirlos o en su caso, producirlos, violentando de esta manera el derecho a la alimentación”.
De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO) cerca de un tercio de todos los alimentos que se producen en cada región o país del mundo son para el consumo humano y de estos aproximadamente mil 400 millones de toneladas, se desperdician o son desechados.
En México, el descuido en el manejo de alimentos representa pérdidas de hasta 20 por ciento, entre el productor y el consumidor, principalmente en lo que respecta a cereales y frutas ello sin contar al desperdicio que se genera a nivel de hogares, restaurantes y comedores.
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