Los denominados envases activos se han venido desarrollando en Australia, Japón y Estados Unidos, y ahora su uso se extiende con fuerza en Europa. Se estima un crecimiento de un 6,5% por año en la demanda de este tipo de envases. Esta cifra supondría alcanzar 1,4 billones de euros, en 2015, según la revista Market Research.com
El interés de este tipo de envases se ha intensificado en el ámbito alimentario por la preocupación que hay en el control de microorganismos patógenos o potencialmente alterantes de la calidad de productos como son por ejemplo la Listeria monocytogenes, Staphylococcus aureus, Escherichia coli, Pseudomonas aeruginosa, etc.
La necesidad de la utilización de envases activos surge como solución a las nuevas exigencias de los estilos de vida actuales. Los consumidores requieren cada vez más productos de mejor calidad y con una vida útil más larga, lo cual supone una demanda importante para las industrias del envasado de productos como del sector alimentario. En especial, el interés por la extensión de la durabilidad mediante envases activos se centra en productos perecederos de alto valor añadido y vida útil corta, como pueden ser carnes, pescados y más recientemente, verduras, hortalizas o frutas procesadas o zumos naturales.
Envases activos que alargan la vida del producto
Por este motivo, en los últimos años se ha incrementado el interés por los envases avanzados que superen las limitaciones de los envases tradicionales, en los que el comportamiento es pasivo y actúan como una mera barrera para proteger el producto. En cambio, los nuevos materiales pueden interaccionar con el producto o con la atmósfera que los rodea para cambiar las condiciones de los productos envasados.
El desarrollo de nuevos materiales de envasado en los que se empleen sustancias bioactivas de índole natural requiere una correcta dosificación así como una adecuada incorporación. En muchas ocasiones, las sustancias naturales pueden ver disminuida su efectividad por el impacto negativo de las condiciones ambientales y en otras ocasiones, las sustancias activas pueden estar acompañadas de olores o sabores intensos que pueden conllevar alteraciones de la percepción del producto, restringiendo su aceptabilidad por parte del consumidor. Estas limitaciones se pueden superar haciendo uso de la tecnología de microencapsulación.
El mercado principal de los envases avanzados, y especialmente activos o inteligentes, se sitúa especialmente en Estados Unidos, donde se encuentran empresas como Multisorb Technologies, Sealed Air Corporation, Ball Corporation etc aunque también lo están aplicando otras empresas en Australia como Amcor Limited o Timestrip PLC en Reino Unido.
10 años de experiencia en ainia
En ainia, llevamos desde 2003 desarrollando investigaciones relacionadas con la microencapsulación, que engloban aplicaciones tan diversas como la protección de sustancias naturales frente a la acción de la luz, la temperatura o el oxígeno, la liberación controlada de activos diversos a lo largo del tiempo o en condiciones preseleccionadas, el enmascaramiento de sabores u olores desagradables o la estabilización de microorganismos, entre otros ejemplos.
Esta experiencia se une a la adquirida en la obtención de antimicrobianos naturales y a la específica en el ámbito del envasado, que posibilita ofrecer soluciones adaptadas a medida para cada aplicación y caso concreto.
Si quieres saber más acerca de esta tecnología y su aplicación, consulta con nuestro experto en ainia: Antonio Tornero, Jefe del Departamento de Ingeniería y Procesos.
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