Te proponemos que sigas una dieta equilibrada, saludable y nutritiva con productos incluidos en la Dieta Mediterránea. Sugerimos para tu mesa un sinfín de platos elaborados con verduras y un universo de ensaladas que siempre combinan tan bien con unas sabrosas virutas de jamón de Teruel.
Con el verano asomándose por la esquina, es una buena excusa para recuperar los mejores hábitos alimenticios en los que no debe faltar el consumo de frutas y verduras, legumbres, pescados y…jamón de Teruel. Todos ellos, alimentos de la denominada Dieta Mediterránea que no vive sus mejores momentos debido a hábitos alimenticios erróneos importados de un mundo globalizado.
El Jamón de Teruel es un alimento que tiene prestigio social, buena prensa, es fácil de preparar, tiene una gran aceptación popular, permite un uso muy variado en las comidas, y tiene unas propiedades nutricionales con las características típicas de los postulados de la Dieta Mediterránea.
Si quisiéramos destacar un solo aspecto por el cual el Jamón de Teruel debe estar con todo su derecho entre las recomendaciones nutricionales de la Dieta Mediterránea debemos mencionar su perfil lipidico y más en concreto la proporción de Acidos Grasos Monoinsaturados de su grasa que como hemos analizado, representan el 53’13% de la total.
Por si esto os parece poco, a continuación te damos diez razones muy saludables para consumir “Jamón de Teruel D.O.P” y recuperar los hábitos beneficiosos para tu salud y, por qué no, para tu línea.
El aporte lipidico del “Jamón de Teruel D.O.P” es moderado y con un perfil beneficioso para la salud que lo convierte en un alimento recomendable desde el punto de vista de salud cardiovascular. Su elevada proporción y calidad de las proteínas hacen de el un alimento muy recomendable para épocas o estados de mayor requerimiento proteico: crecimiento y desarrollo, adolescencia, embarazo, lactancia, enfermedad y vejez. El hierro que aporta tanto por su cantidad como por su biodisponibilidad hace que se deba aconsejar en aquellas situaciones de mayor necesidad: embarazo y lactancia; dietas pobres en carnes; mujer en edad fértil.
La significativa cantidad de Zinc que aporta hacen de el un alimento muy conveniente para todas las edades por el papel, que este mineral desempeña en multitud de vías metabólicas, es cofactor de más de 200 enzimas, y en la inmunidad. Los otros minerales que contiene; calcio, fósforo, magnesio; así como la elevada proporción de vitaminas del grupo B; lo convierten en un alimento útil para situaciones en las que se precisan aportes complementarios: crecimiento y desarrollo; embarazo y lactancia; enfermedad y vejez.
La cantidad de sal que contiene es moderada y no representa ningún problema para la salud salvo en aquellas situaciones patológicas que requieran una restricción absoluta de la misma.
El moderado aporte calórico para la muy alta densidad de nutrientes que posee lo convierten en un alimento muy interesante para planificar dietas hipocalóricas pero equilibradas y para combatir la obesidad.
Es un alimento muy versátil en cuanto a posibles usos y consumo, muy seguro desde el punto de vista microbiológico y fácilmente digerible. Cualidades que, desde el punto de vista práctico, facilitan su uso y consumo tanto en la salud como en la enfermedad.
Tiene una gran aceptación personal y social debido fundamentalmente a sus cualidades sensoriales de aspecto, color, olor y sabor que lo convierten en un alimento de fácil introducción tanto en los hábitos personales como familiares y sociales. Por su perfil lipídico, beneficios cardiovasculares, densidad de nutrientes y aportes de minerales y vitaminas debe ser considerado como un alimento “muy completo y equilibrado; con propiedades “cardiosaludables” y ser “incluido, con todo derecho, dentro de los “postulados nutricionales de la Dieta Mediterránea”.
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