La guerra por abaratar la cesta de la compra da la puntilla a los ganaderos.
La estrategia de la distribución alimentaria por abaratar la cesta de la compra en plena crisis tiene en Galicia un efecto letal para la economía rural. Multinacionales galas como Carrefour venden la misma marca blanca -cartones de las propias cadenas- hasta un 100 % más barata en Galicia que en Francia. Un estudio elaborado por el gabinete técnico de Unións Agrarias muestra cómo mientras algunas de esas enseñas se comercializan en Galicia en una horquilla que va de los 0,48 a los 0,53 euros el litro, en Francia se sitúa entre los 0,80 y los 0,98.
Una brecha que tiene su origen en los excedentes franceses, un país con una producción muy superior a su consumo interno. Eso propicia que las grandes distribuidoras utilicen la mercancía sobrante para aplicar políticas comerciales muy agresivas en otros puntos europeos, lo que tira los precios en origen a la baja.
Esa estrategia basa su éxito en la propia desestructuración del mercado interno gallego que, a diferencia de otros países, tiene una cadena de valor muy peculiar, donde ganaderos, industrias y distribución no adoptan decisiones conjuntas. España, con una producción inferior a su consumo interno, importa más materia prima de la necesaria para equilibrar ese déficit, lo que genera un problema de precios en el campo.
Los sindicatos han pedido a Feijoo que frene estas estrategias.
A la cola de Europa en precios.
Galicia, la principal productora de leche de España, es la segunda del país con los peores precios en origen, solo superada por Baleares. El último mes se pagó a 0,30 euros el litro, más barata que cuando entró el euro, y a un valor muy inferior al registrado en Andalucía (0,35) o Asturias (0,34). Según el último informe del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA), los ganaderos gallegos recibirían 2 céntimos menos por litro de lo que se paga en el resto del Estado. Si se toma como referencia la UE, el balance es desalentador. Por cada cien kilos, los gallegos recibirían ahora 30,8 euros, por debajo de Portugal (30,9), Francia (32,5) o Alemania (32,7).
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