Ingredientes para ''4 personas'':
- 2 tomates de ensalada grandes
- 2 pimiento verde
- 4 cebolletas
- 1 pepino pequeño
- 1 diente de ajo
- 1 lata (160g) de atún en aceite
- 8 filetes de anchoas en aceite
- 125g de aceitunas negras
- 2 huevos cocidos
- 6 cs de aceite de oliva virgen extra
- 1 cs de vinagre
- 1 rama de albahaca fresca
- Sal
- Pimienta
Tiempo total: 20 min
Tiempo de elaboración: 20 min
Tiempo de cocción: -
Epoca del año recomendada: verano
Elaboración:
Lave los tomates y córtelos en cuñas. Lave el pimiento, retire las semillas y córtelo en aros finos. Pele las cebolletas, retire la parte más verde del tallo y córtelas en rodajas finas. Pele el pepino y córtelo en rodajas finas. Pele el diente de ajo y córtelo por la mitad. Pele los huevos cocidos y córtelos en cuñas. Abra la lata de atún y retire el aceite. Lave la albahaca, separe las hojas del tallo y córtela en tiras muy finas. Frote una ensaladera con el diente de ajo cortado y mezcle en ella los tomates, el pimiento, la cebolleta, el pepino, el atún, las anchoas, las aceitunas y los huevos cocidos. Aderece con el aceite y el vinagre, salpimiente y espolvoree con la albahaca antes de servir.
¿Sabías que?
Es bien sabido que las creaciones culinarias francesas gozan de gran popularidad por ser de las más exquisitas y diversas de Europa. De ahí que la gastronomía francesa fuera incluida en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial el mismo año en que la Dieta Mediterránea fue inscrita por la UNESCO en dicha lista, por ser considerada un estilo de vida singular que integra distintos ingredientes, técnicas y prácticas sociales unificando la identidad de varias comunidades del arco mediterráneo. Por ello, fue nominada bajo una candidatura transnacional. Pero a pesar de la distinción en las figuras de protección patrimonial, esta receta nos brinda un ejemplo ideal para dar cuenta de la existencia de varios platos típicos que, a pesar de su marcada regionalidad, pueden cosechar en su recorrido numerosas variantes y fusiones culturales. La ensalada nizarda, fuertemente vinculada a la cocina de Niza, se trata de una sabrosa y saludable preparación tradicional francesa que es, a su vez, recipiente de muchas influencias mediterráneas en un sentido menos estricto. Pues se conoce que las ensaladas ya formaban parte de la dieta de antiguos griegos y romanos, para los que mezclada con diferentes verduras y hortalizas, representó un importante entrante asociado a una buena digestión. Parece que precisamente su nombre está relacionado con la raíz latina para designar aquellos alimentos crudos que necesitaban del aderezo de la sal u otros sazonadores para realzar el sabor del plato. Por otra parte, cabe decir que también en la cultura árabe la ensalada juega un rol fundamental en el menú.
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