El verano y las vacaciones propician una mayor compra de pescados azules y crustáceos.
Las ventas de los pescados y mariscos más asociados al verano y a las vacaciones -como sardinas, gambas o calamares- está disminuyendo este año de forma ''alarmante'' como consecuencia de la crisis, según han explicado fuentes del comercio mayorista y de las pescaderías.
El consumo ha descendido ''considerablemente'', especialmente en bares y restaurantes, en comparación con otros veranos, siguiendo la tendencia de los últimos meses por la coyuntura económica.
Tradicionalmente, el verano y las vacaciones propician una mayor compra de pescados azules -como la sardina o el boquerón-, cefalópodos -como el pulpo, la sepia o calamar-, y crustáceos -gambas, cigalas o langostinos-.
Estos productos se cocinan mucho a la plancha o en barbacoas y son más consumidos, especialmente en las zonas costeras, por la mayor afluencia a bares y chiringuitos y porque el veraneante o turista aprovecha para comer fuera pescados y mariscos cuya preparación es más dificultosa y provoca más olores en casa.
Pero este verano ''está siendo muy malo'' y el consumo está ''muy parado'', ha señalado el presidente de la Asociación Nacional de Mayoristas de Pescados de Mercados centrales de abastecimiento (Anmape), Manuel Pablos.
Ha indicado que esto se une a una tendencia de reducción general de las ventas de pescado y marisco que en 2012 han caído entre un 30 % y un 40 %.
En cuanto a los precios, los mayoristas han notado que se mantienen e incluso tienden a la baja, salvo para algunos cefalópodos -como la sepia o el pulpo- en los que hay menos oferta y más partidas importadas, con una cotización algo ''mejor''.
Respecto a las sardinas, su precio en los mercados de abastecimiento experimenta subidas y bajadas, según las capturas del día, si bien en junio hubo menor oferta por el mal tiempo.
Anmape ha constatado especialmente la caída de las ventas destinadas a establecimientos de hostelería.
Por su parte, el presidente de la Federación de Asociaciones Detallistas de Pescado (Fedepesca), Gonzalo González, ha subrayado que este verano la bajada del consumo ''se nota muchísimo, es alarmante''.
En las pescaderías, según González ''nadie pide un kilo o medio kilo'', sino que la gente compra por piezas y se oye más ''seis cigalas o cuatro sardinas'', lo que repercute evidentemente en el volumen de ventas.
Los precios, ha añadido, siguen igual que en el resto del año, aunque a veces repercute un poco el que llegue menos producto al interior, al haber más población en las regiones de playa.
Respecto al descenso en hostelería, González ha lamentado que ''cuando llueve, llueve para todos igual'', si bien ha reconocido que ahora, las pescaderías notan los fines de semana que hay más demanda para consumir en casa, con amigos, el marisco que antes se tomaba en los restaurantes.
En general, ha insistido en que la crisis ha rebajado la venta de pescados y en que el precio es determinante para el cliente a la hora de elegir, pero al fin y al cabo son alimentos, con lo que en este sector minorista aún se registran compras y el impacto es inferior al de otros como el textil o de los electrodomésticos.
¡Plazo de matrículación abierto!