Hay ciertos alimentos que se incorporan a nuestra dieta y ayudan a mejorar el organismo.
Prevenir y aliviar enfermedades mediante la comida es la premisa que impera en la cocina funcional. Una nueva tendencia nutricional que, además de ayudar a mantener saludable nuestro organismo, mejora la apariencia física de quienes disfrutan de esta deliciosa gastronomía.
El amaranto, la quínoa, la chía, la linaza y el piñón son sólo algunos ejemplos de los productos funcionales que podemos encontrar en nuestro país y que son el ingrediente perfecto para preparaciones culinarias que, además de ser sabrosas, altas en proteínas, fibras, ácidos grasos poliinsaturados y/o minerales, ayudan a vernos y sentirnos bien.
Los alimentos funcionales son aquellos, que en forma natural o procesada, ofrecen beneficios más allá de la nutrición básica, por la presencia de compuestos bioactivos en su composición, como fibra dietética, antioxidantes, ácidos grasos poliinsaturados, fitoesteroles, sustancias probióticas, vitaminas y minerales, que contribuyen a prevenir o reducir el riesgo de padecer enfermedades crónicas no transmisibles, como el cáncer, la diabetes o enfermedades cardiovasculares.
Este es, por ejemplo, el caso del amaranto, un cereal, que los mayas consideraban sagrado, y al que se le atribuyen propiedades medicinales, destacando por su elevado contenido de proteínas, aminoácidos esenciales como la lisina, y de minerales como el calcio, el hierro o el fósforo, lo cual hace de este alimento un producto rico en nutrientes. Además, por su contenido de fibra dietética y fitoesteroles, se asocia con la prevención de enfermedades cardiovasculares y la disminución del colesterol.
También está el caso de la quínoa, uno de los granos más nutritivos de la naturaleza y cuya historia se remonta a la época de los incas en el sur de América. Posee un elevado contenido de proteínas (16%), pudiendo alcanzar hasta un 23%, considerándose el doble de los cereales tradicionales, además es rica en minerales y varias de las vitaminas pertenecientes al grupo B. Incluso, investigadores del King''s College Londres han descubierto que la quínoa ayuda a que los pacientes celíacos puedan regenerar la tolerancia al gluten.
Gracias a éstas y otras características que poseen los alimentos funcionales, se han convertido en la mejor opción a la hora de escoger las comidas diarias, cada vez más apetecidos por quienes buscan cuidarse por dentro y por fuera, y en un referente para la alimentación natural y saludable que ya está marcando las tendencias culinarias a nivel mundial.
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