Nestlé Chile se ha propuesto lograr en los próximos años, en la Nueva Fábrica Osorno.
Iniciativa se enmarca en un plan de la empresa a nivel mundial, que apunta a reducir el uso de este recurso en todas sus plantas productivas.
Reducir a cero el consumo de agua, reutilizando el 100% de la que se emplea en la producción de las más de 30 mil toneladas de leche en polvo que se elaboran anualmente, es uno de los principales objetivos que Nestlé Chile se ha propuesto lograr en los próximos años, en la Nueva Fábrica Osorno.
La iniciativa forma parte de un plan que la compañía ha desplegado a nivel mundial en la última década y que apunta a optimizar los recursos hídricos y energéticos, el tratamiento de riles y la reducción de residuos y gases de efecto invernadero (GEI) en sus plantas productivas.
En el caso de la fábrica de Osorno, inaugurada en abril de 2012, hasta ahora se ha logrado reutilizar el 90% del agua empleada, ahorrando al día 6.560 m3, lo que equivale al consumo doméstico diario de una ciudad de 40 mil habitantes, explica Francisco Rojas, gerente de División Técnica de Nestlé Chile.
“Estamos desarrollando un proyecto en la Nueva Fábrica Osorno, cuyo objetivo es llegar a cero uso de agua y reutilizar el 100% de ella en este centro productivo”, detalla el ejecutivo. “Para alcanzar esta meta, nuestras principales líneas de acción son la inversión en nuevas tecnologías, reutilización de las aguas residuales y recirculación de agua en los procesos”, añade.
La Nueva Fábrica Osorno, considerada una de las más modernas de Nestlé, cuenta además con tecnologías que permiten aumentar la eficiencia energética: la mitad de la electricidad utilizada en las operaciones es generada por una caldera de biomasa, que implicó una inversión de US$ 11 millones y que permite reducir 10.400 toneladas de CO2 al año, equivalente a la emisión anual de 5.200 autos, precisa el ejecutivo.
Avances
Localmente, la compañía también ha impulsado proyectos para mejorar los parámetros ambientales de sus otras siete plantas productivas. Entre 2002 y 2012, estas iniciativas permitieron reducir, por tonelada de producto, un 65,5% de extracción directa de agua, 14,9% de residuos sólidos no reciclables, 29,3% de consumo energético y 40,2% de emisiones de GEI.
“Cada una de nuestras fábricas debe impulsar al menos tres proyectos al año que guarden relación con planes para reducir el uso de agua”, afirma Rojas. Y añade que en 2013 han lanzado 60 ideas relacionadas con hacer más eficiente no sólo el uso de este recurso, sino también de energía, residuos y emisiones.
A nivel mundial, en tanto, Nestlé ha disminuido en promedio, casi un tercio del consumo de agua en sus fábricas y para 2015 buscará que esa cifra llegue a dos quintos, tomando como referencia el consumo de 2005. Un ejemplo exitoso es el de la planta La Penilla (en el norte de España), que ha reducido en casi dos tercios por tonelada de producto, el uso de este recurso en menos de un año.
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