Lograr el peso ideal es la clave para encontrarnos y sentirnos bien con nosotros mismos.
Dietas hipocalóricas
Para conseguir una pérdida de peso y mantenerlo a ralla tenemos que combinar una dieta hipocalórica, es decir, con entre 500 y 1000 calorías diarias menos, con la actividad física regular. Pero hay que tener en cuenta que ‘hipocalórico’ no significa necesariamente tener alimentos prohibidos. Simplemente debes seguir una dieta equilibrada moderando las cantidades que ingieres. Si cambias tu dieta de forma drástica, de un día para otro, es más fácil que tu intento fracase.
Las 15 claves
Estos son los 15 consejos fundamentales que te ayudarán a controlar tu peso o, si estás por encima de tu peso ideal, a conseguir retomar la senda del equilibrio:
Actividad física: Es fundamental para la salud y control de peso, pero sé realista con tus objetivos y posibilidades. Puedes comenzar con paseos de 30 minutos, tres veces por semana e ir aumentando, poco a poco, hasta llegar al mínimo recomendado 30 minutos al día durante 5 días a la semana.
Estilo de vida: Las dietas milagro no existen. Aunque pierdas peso a corto plazo, lo recuperarás muy rápidamente. La clave no está en una dieta a corto plazo sino en seguir un estilo de vida saludable, tanto en lo que comes como en las actividades que realizas.
Fibra: Come alimentos ricos en fibra, indispensable para regular el tránsito intenstinal. Incrementa el consumo de verduras y fruta, legumbres y cereales integrales.
5 veces al día: Saltarse una comida no ayuda a perder peso. Lo mejor es comer poco pero de forma regular durante el día ya que así estaremos más saciados.
Aperitivos sanos: Fruta, o un par de galletas integrales, agua u otros líquidos sin azucar como un té o un caldo, son tentempiés poco calóricos que matarán el “gusanillo”.
Planifica: Si planificas tus comidas, no correrás el riesgo de tomar decisiones poco saludables en el último momento.
Desayuna: Está científicamente demostrado que desayunar ayuda en la pérdida de peso y a no recuperarlo.
Platos pequeños: Si utilizas platos pequeños, comerás menos sin darte cuenta ya que verás el plato lleno.
Poco a poco: Hay que comer despacio y masticar bien, ya que así digerimos mejor la comida. El estómago tarda hasta 20 minutos en enviar la señal de “estoy lleno” al cerebro, por lo que si comemos rápido, es posible que comamos más de lo necesario.
Cocina saludable: Utiliza técnicas que añadan poca grasa a tus platos. Cocina al vapor, al horno o saltea los alimentos.
Aceite de oliva: Utiliza aceite de oliva para cocinar o aliñar, pero con moderación, ya que cada cucharada aporta 90 calorías.
Imaginación al poder: Prueba nuevas recetas. Con pollo y con pavo también puedes preparar recetas sabrosas y apetitosas.
Resiste la tentación: En el restaurante, vigila lo que pides. Intenta comer raciones pequeñas y evitar platos muy pesados como fritos y salsas.
Descansa: Si duermes menos horas, puedes alterar las hormonas que regulan el apetito y el hambre.
Poco a poco: Si sigues una dieta saludable, no deberías perder más de 0,5 o 1 Kg. a la semana. Para perder más peso debes ponerte siempre bajo la supervisión de un especialista.
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