Al Quindío llegan de vacaciones turistas que quieren buscar diversión en nuestro departamento. Con mayor argumento, es necesario, por parte de hoteles y restaurantes fijarse bien en las compras de pescado y enlatados.
Un alimento de alto poder nutritivo es el pescado. Y en Colombia, especialmente en nuestro medio, es común consumir pescado en esta época de Semana Santa. Es una costumbre católica, desde los tiempos de Constantino, emperador y fundador del catolicismo y que según todos los análisis, proviene de los paganos.
Muchos sacerdotes expanden la idea de que el ayuno de Semana Santa no debe entender tanto con no comer carnes de res, cerdo y pollo, y cambiarla por pescado, sino de abstenerse de costumbres insanas, que se viven en la cotidianidad.
Sin embargo, la costumbre prevalece, y según todos los cálculos en Semana Santa aumenta en un 40% la venta de pescado. Por eso, es pertinente advertir sobre los peligros que implica comprar este alimento en sitios no muy adecuados o en las calles.
Al adquirir pescado, hay que decidirse por establecimientos autorizados que cumplan las condiciones higiénicas para esta actividad y verificar que el producto no tenga aspecto desagradable, mutilaciones, deformaciones o signos de descomposición.
La secretaría de Salud del municipio de Armenia ha dado las siguientes recomendaciones, a la hora de comprar pescado. Fíjese que el pescado tenga cuerpo arqueado y textura rígida. Escamas bien adheridas y con un brillo metálico. Ojos salientes, brillantes y sin residuos de sangre. Branquias (agallas) de color rosado intenso, sin sangre y brillantes. Músculo firme sin dejar huella o hundimiento al ser presionado. Que esté convenientemente eviscerado, sin sangre interna. Sin espinas salientes y músculo perforado. Colores y olores característicos y suaves. Muy importante, que no esté expuesto a temperatura ambiente, sobre utensilios que alteren la calidad del producto. El pescado debe estar almacenado en frío, es decir, congelado y en equipos adecuados.
Tal vez parezca un poco trivial que en esta columna demos este tipo de recomendaciones, pero estamos seguros que muchos nos lo agradecerán. Hay que exigirle también a las autoridades que estén pendientes, que salgan a la calle, que revisen y decomisen las ventas ambulantes de pescado que se conviertan en un peligro para el ciudadano.
Y no solo es con el pescado fresco. También hay que estar muy atentos con los enlatados. Fijarse muy bien en las fechas de vencimiento y en las marcas.
Hoy empieza la Semana Santa en todo el país. Al Quindío llega mucha gente, de vacaciones, turistas que quieren buscar en nuestro departamento una buena diversión. Con mayor argumento, es necesario, por parte de hoteles y restaurantes fijarse bien en las compras de pescado y enlatados. Y, por supuesto, de las autoridades, para garantizarles a propios y extraños una alimentación higiénica, adecuada y saludable, y evitarnos dolores de cabeza en clínicas y hospitales.
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