Las sabrosas frutas de hueso son un aperitivo perfecto, ya que se pueden meter fácilmente en las bolsas para almorzar o en las cestas de picnic. Esto es lo que pueden hacer por su salud:
Crear colágeno
Una taza (250 ml) de albaricoques o ciruelas rebanadas tienen aproximadamente una cuarta parte de sus necesidades diarias de vitamina C. La vitamina C ayuda a la formación de colágeno, que es la principal proteína en tejidos en los huesos, cartílagos, músculos y vasos sanguíneos conjuntivos. También ayuda a aumentar la absorción de hierro.
Cuida sus nervios y músculos
¿Está cansado de los plátanos para conseguir suficiente potasio? (que es la clave para el buen funcionamiento nervioso y muscular). Dos melocotones pequeños tienen algo más de potasio que un plátano pequeño.
Mejorar la vista
Los albaricoques son deliciosos crudos, pero sus carotenoides -los antioxidantes que dan a su carne el color naranja- están más disponibles cuando se cocinan. El Beta-caroteno, por su parte, se convierte en vitamina A para ayudar a mantener la vista, las membranas de la piel y la función inmunológica.
Fortalecen los huesos
Dos ciruelas contienen sobre una décima parte de su aporte diario de vitamina K, que ayuda a mantener los huesos fuertes. Los investigadores han encontrado que los niveles bajos de vitamina K se asocian con una mayor incidencia de osteoartritis en manos y rodillas.
Manténgase regular
Corte un melocotón en sus cereales y tómense una nectarina como aperitivo. Pero sin pelarlos, ya que la piel es la que proporciona la fibra no soluble que ayuda a prevenir el estreñimiento.
¡Plazo de matrículación abierto!