El mejor regalo que se le puede dar a una mamá china es un paquete de fórmula infantil.
El mejor regalo que se le puede dar a una mamá china es un paquete de fórmula infantil. De hecho, la leche para bebés fue el regalo que más se usó para halagar a los amigos en el año nuevo chino pasado. No es de extrañar, pues, que en Inglaterra los supermercados se vean obligados a racionar la venta de este producto a los consumidores ingleses.
Es un hecho comprobado que buena parte de la producción de fórmulas lácteas en el mundo se está yendo a China, un mercado que hoy asciende a 14.500 millones de dólares y que se va a duplicar en los próximos 4 años. Para 2017, los chinos habrán acaparado la mitad del mercado mundial de leche en polvo para consumo infantil.
Hay más de una razón para ese voraz crecimiento de la demanda. Una es el aumento del poder adquisitivo y otra es el mejoramiento notable de la capacidad de distribución en el país.
Una tercera es que el mercadeo del producto ha saturado a los consumidores de muy buenos argumentos para alimentar bien a sus bebés. Pero el motivo que más cuenta en el ánimo de la ciudadanía es la de salvaguardar a sus hijos de contaminaciones y enfermedades.
Los chinos nunca han alejado de su memoria los escándalos de comidas no aptas para el consumo que desde el año 2008 se hicieron presentes en el mercado y, particularmente, desde que 6 bebés fallecieron a raíz de haber consumido leche contaminada con melamina.
Fue tal el golpe que recibió la sociedad, que la población desarrolló un atroz rechazo por muchos productos alimentarios autóctonos procesados y un desapego rampante de las marcas de alimentos locales.
La coyuntura, desde luego, intentó ser aprovechada por las transnacionales con productos de nutrición infantil. Pero la ciudadanía, aun a esta fecha, no le otorga crédito a marcas extranjeras si el producto se fabrica en suelo asiático.
Y es así como se ha desarrollado todo un esfuerzo por surtir a China de las fórmulas infantiles desde el exterior y los particulares chinos emigrados a otros países, así como los viajeros de negocios o placer, se han organizado de tal manera de retornar a tierra patria cargados siempre de latas de fórmulas para bebés.
Hoy existen ya organizaciones dedicadas a apertrechar a los chinos de leche para los pequeñitos a través de compras on-line. Pero así como Hong Kong sufre con el voraz asalto a sus anaqueles y China impone multas a quienes intenten cruzar la frontera con más de dos paquetes, otros hacen su gran agosto.
Danone ha visto sus ventas crecer 16,5 % en el primer trimestre, Milupa en Alemania tuvo que incrementar la producción para evitar el desabastecimiento de Europa y las ventas de leche holandesa subieron 50 %.
En Nueva Zelanda se incrementa la capacidad de sus plantas y el precio de las fórmulas infantiles llega hasta las nubes. No puede ser de distinta manera, si un ciudadano en Shanghai es capaz de pagar hoy hasta 50 dólares por una lata de contrabando con marca occidental.
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