En la alimentación no pueden faltar alimentos ricos en minerales y vitaminas.
El estado de los dientes y la boca influye en muchos aspectos de nuestra salud y bienestar general, tal vez más de lo que uno se imagina: en la comunicación, la apariencia física, el estado nutricional… Por ejemplo, es necesario masticar bien la comida para obtener los nutrientes contenidos en los alimentos y ayudar a la digestión. Los cuidados para los dientes y la boca suelen ser simples, aunque exigen hacerse de forma rutinaria para que sean eficaces. Se recomienda realizar una buena alimentación e higiene bucal y acudir al dentista regularmente para las revisiones. Te lo cuento en más detalle.
En la alimentación no pueden faltar alimentos ricos en minerales y vitaminas que necesitan los dientes y ayuden a mantener la dentadura en condiciones normales. Los minerales son el calcio, fósforo y magnesio, y se encuentran en los lácteos (leche, queso, yoghourts y otras leches fermentadas), almendras, salvado y germen de trigo y semillas (de lino, sésamo, avena…). Y entre las vitaminas, la D, en pescados azules y el aceite de hígado de bacalao, y la C, en el pimiento y frutas cítricas. También se aconseja evitar alimentos y bebidas azucaradas, y reemplazarlas por las que contengan un sustituto del azúcar en lugar de azúcar. Si se quieren tomar chicles, lo mejor es elegir los que no tienen azúcar para ayudar a mantener la mineralización de los dientes.
Por otro lado, está la higiene bucal. Para empezar, el dentífrico debe de contener fluoruros, porque contribuyen a mantener los dientes mineralizados. En cuanto al cepillo, será mejor que te dejes recomendar por tu dentista, para que valore el estado de tus dientes y encías y pueda aconsejarte el que más te conviene (con cerdas más duras o más suaves). Eso sí, intenta cuidar el cepillo cada vez que lo uses, enjuagándolo con delicadeza bajo el agua corriente, y después guárdalo en posición vertical con las cerdas hacia arriba, evitando que tenga contacto con otros cepillos. Aunque lo cuides, ten en cuenta que tocará renovarlo tras tres meses de usarlo, o si ves que las cerdas están gastadas o dobladas.
Con el material adecuado, queda saber cuál es el modo correcto de limpiarse la boca. Los dientes necesitan limpiarse al menos tres veces por día, tras cada comida principal. Si realizas más ingestas, mejor si te cepillas siempre al terminar de comer, sobre todo si consumes alimentos ricos en azúcares y de consistencia pegajosa (galletas, golosinas…). Si a menudo comes fuera de casa, puedes llevar un cepillo en el bolso para que lo tengas siempre a mano.
Para cepillarse, se aconseja hacer movimientos cortos y suaves, verticales en la cara externa (nunca horizontales) y circulares en los dientes masticadores, y sin olvidar ningún diente y en todas sus caras visibles. Además del cepillo, por las noches puedes usar hilo dental para acabar de limpiar entre los dientes, donde las cerdas de los cepillos no llegan. Y finalmente también están los enjuagues o colutorios para mantener sana la boca.
Para terminar, recuerda que es fundamental acudir al dentista regularmente y seguir sus instrucciones. Pregúntale todas tus dudas que es quién te las puede resolver mejor .
Para ti y los tuyos vale la pena cuidar cada día la sonrisa. Ya lo decía Charles Baudelaire, una gran sonrisa es un bello rostro de gigante.
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