La aplicación futura de esta nueva técnica permitirá afinar más los precios de los productos.
Un grupo de investigadores de la Escuela de Agrónomos de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) está desarrollando un sistema que permite analizar en 3D el interior de los alimentos para conocer la calidad y las propiedades antes de su puesta a la venta.
La investigadora Margarita Ruiz ha señalado que el objetivo del grupo de investigación, enmarcado dentro del proyecto europeo ''Inside Food'', es tratar de adaptar la técnica de imagen de resonancia magnética y resonancia magnética nuclear (RMN) para los productos agroalimentarios e intentar abaratarla porque ''es carísimo''.
Las características físico-químicas y organolépticas de los alimentos, como su apariencia y sabor, dependen ''en gran medida'' de la distribución interna de los gases, el agua y la conectividad y movilidad de las partículas a través de sus poros, según ha detallado el equipo de investigadores.
La resonancia magnética nuclear permite obtener unos datos con los que se puede elaborar un esquema tridimensional que permite recrear un modelo 3D de la materia. Asimismo, es posible la implementación de secuencias de imagen específicas para su utilización en líneas de clasificación, con el fin de detectar diferentes parámetros de calidad. Los laboratorios de investigación y control serán los que aplicarán dicha técnica que les permitirá muestrear los alimentos en origen, una información que será remitida posteriormente a las industrias, las exportadoras y los distribuidores de productos, según ha detallado la investigadora.
Además, la aplicación futura de esta nueva técnica permitirá ''afinar'' más los precios de los productos en función de la calidad de los mismos.
''Es un paso más para poder ver el interior del material biológico, es decir, su calidad interna. Ahora mismo no hay otra técnica que sea capaz de inspeccionar el interior de los materiales, todos ellos muy homogéneos para otras técnicas, como los rayos X'', ha subrayado. ''Solo podíamos inspeccionar su aspecto exterior con técnicas de imagen y analizar si había residuos como metales o vidrio en su superficie o en el interior, pero sin profundizar en su estructura, algo que sí podemos hacer ahora'', ha detallado. Por otro lado, ha subrayado que la resonancia es un método ''mucho más limpio'' que los rayos X.
El prototipo de este sistema debe estar en funcionamiento en dos años como máximo, según ha informado Ruiz.
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