Andar dentro del agua ayuda a tonificar el abdomen.
Hoy vamos a hablar de la importancia del ejercicio físico, pero esta vez os sorprenderemos con algo diferente. ¿Qué os parece la idea de hacer los ejercicios en la playa, junto al mar? No es necesario hacer grandes esfuerzos para que éste sea beneficioso, sólo dedicándonos un poquito nos dará resultado. Hoy os voy a hablar de ejercicios que podéis hacer de manera suave y en un ambiente distendido como podría ser la playa.
Realizar actividad física en la playa es un entorno muy favorable. Nos podemos beneficiar tanto del agua del mar como de la arena de la orilla. ¡Vamos a ver cómo podemos sacarle provecho a este lugar! La fresquita agua marina activará nuestra circulación sistémica y, además, si realizamos ejercicio bajo el agua o con las piernas sumergidas haremos más ejercicio debido a la resistencia que nos opone la presión del agua, pero, contrariamente, tendremos menor sensación de cansancio. ¿A qué es perfecto? De otro lado, al caminar por la arena tonificaremos más los músculos de nuestras piernas que si caminásemos por otro tipo de terreno y, además, la textura y consistencia de la arena son ideales para nuestros pies, ¿no os encanta sentir el cosquilleo de la arena entre los dedos? Y para quien tenga más energía, os recomiendo, en vez de caminar, hacer “footing”, y si lo hacéis en zic-zac aún potenciareis más la musculatura de ambas piernas. ¡Todo un reto!
Andar dentro del agua ayuda a tonificar el abdomen ya que la resistencia que ofrece el agua y las olas hacen que trabajemos más la parte del tronco inferior y la zona abdominal. Si el agua está muy fría o simplemente no os apetece bañaros enteros, podemos sentarnos en la orilla y hacer levantamientos de piernas, alternando primera una y luego la otra.
Otra manera de aprovechar los recursos que la playa nos ofrece es ir a recoger piedrecitas o caracolas. Aunque no nos lo parezca, si lo hacemos en una posición correcta para no cargarnos la espalda es un excelente ejercicio para nuestras piernas, ya que continuamente nos ponemos de cuclillas y nos levantamos. Un ejercicio parecido a este, pero quizá un poco más intenso, es cruzar los brazos y hacer sentadillas. En estos tipos de ejercicios es muy importante, como he comentado antes, la posición de la espalda.
Se puede empezar también con una posición agachada, poner las manos detrás de la nuca, subir la posición con la punta de los pies y luego bajarla; también es otra actividad fácil de poner en práctica e ideal para realizar en la arena.
Luego están también los ejercicios de meditación como el yoga o el taichí, que dónde mejor para practicarlos que en la fina arena de una playa con la suave brisa marina acariciando nuestro rostro y rodeados del característico olor a mar.
La mejor hora para realizar cualquiera de estos ejercicios es a media tarde, cuando el sol no brilla tanto, y además es cuando hay menos gente. Pero aún así, es imprescindible usar protección solar e hidratarnos durante la práctica de actividad física.
Disfrutar de todos estos ejercicios en un ambiente tan natural como la playa es un valor añadido que nos amenizará el cansancio que puedan provocar.
No os lo penséis dos veces, y animaros a hacer ejercicio en la playa, ya sea dentro del agua o en la orilla. ¡A disfrutarlo!
¡Plazo de matrículación abierto!
