Los hábitos de vida influyen mucho en las patologías oculares.
1. ¿Qué es la salud visual?
Es la ausencia de enfermedad ocular, acompañada de una buena agudeza visual. Esta agudeza visual, en algunos casos (hipermiopía, miopía, astigmatismo), puede requerir la asistencia de unas gafas, pero eso no quiere decir que el ojo tenga una enfermedad.
Cuidarse es tener hábitos saludables, una dieta sana, una ingesta adecuada de vitaminas (A, C, E...), ya sea a través de la alimentación o de suplementos, y el consumo de elementos antioxidantes (presentes en varias vitaminas y minerales) que parecen tener beneficios para la salud en general y, en concreto, para la salud ocular.
2. Hábitos negativos
Para mantener una buena salud visual hay que evitar todos aquellos hábitos que conlleven un esfuerzo de la vista como no llevar la corrección óptica apropiada o el exceso o defecto de iluminación; la mala alimentación por déficit vitamínico; una higiene inapropiada de la cara y de los ojos y el tocarse los párpados constantemente con las manos sucias, que pueden provocar infecciones; el tabaquismo, que reseca la lágrima; apretar o rascar los ojos cuando pican porque causa problemas de la córnea; no dormir lo suficiente, porque durante las horas de sueño la superficie ocular se recupera de las agresiones de todo el día y se produce una regeneración de las células epiteliales que revisten la cara anterior del ojo; no emplear gafas adecuadas que nos protejan de los rayos solares?
Los hábitos de vida influyen mucho en las patologías oculares, sobre todo, los factores relacionados con la alimentación y la falta de vitaminas. Además, los malos hábitos higiénicos aumentan la probabilidad de padecer conjuntivitis, la mala iluminación acelera la vista cansada y la fatiga ocular, el apretar muchos los ojos y tocarlos constantemente favorece el queratocono (enfermedad de la córnea), y también se presentan más enfermedades graves de la córnea por un uso inadecuado de las lentillas.
3. Alteraciones visuales
Hoy día existen más alteraciones visuales como consecuencia del empleo del ordenador y de otros dispositivos electrónicos, ¿cómo podríamos evitarlas?
- Los efectos que el ordenador tiene en la vista dependen mucho de la posición en la que estamos trabajando y del parpadeo. Por ejemplo, si el monitor está demasiado alto, estaremos forzando la postura y mirando hacia arriba, por lo que debemos mantener los ojos muy abierto y pueden resecarse con mayor facilidad.
Lo correcto es que el monitor esté situado por debajo de la línea de los ojos, de tal forma que nosotros estemos bien sentados y mirando ligeramente hacia abajo, nuestra espalda y nuestro cuello más relajados y nuestros ojos en una posición más natural. De este modo, se evitarán los síntomas de sequedad ocular y las patologías derivadas de esta sequedad. También es importante descansar unos minutos cada dos horas y cambiar de postura. El lugar de trabajo también influye.
En general, en las oficinas o en casa suele haber aparatos de aire, pero no humidificadores, lo que favorece más aún la sequedad ocular y causa más patologías. También por el esfuerzo visual se produce fatiga excesiva, sobre todo, en aquellas personas que tienen algún defecto de refracción pequeño y que aún no se lo han corregido.
- En el caso de la televisión, hay estudios que aseguran que emite radiaciones y que su exposición desmesurada puede ser perjudicial al largo plazo. La distancia debe ser de metro y medio como mínimo. Y hay que tener especial cuidado con los niños porque a ellos les encanta acercarse a las cosas, no sólo cuando están delante de la tele o el ordenador, sino también al escribir o dibujar y, aunque no sean miopes, acaban miopizándose. Cuando estamos escribiendo o trabajando debemos mantener una distancia 33 centímetros como mínimo, así, además de prevenir problemas en el sistema óptico, también favorecemos las buenas posturas y evitamos problemas de espalda.
En cuanto a la iluminación, lo más importante es que esté bien iluminado el objeto que estamos mirando, pero sin que haya reflejo y, por supuesto, los ojos no deben recibir la luz directamente.
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