Para la salud del pelo, hidratación y nutrición son dos conceptos que van de la mano.
Para la salud del pelo, hidratación y nutrición son dos conceptos que van de la mano.
El primer paso para lucir un cabello sano durante el verano es mantenerlo hidratado. Si no se hidrata bien la melena, ésta pierde brillo, se seca y tenemos las puntas abiertas. De esta manera, y para que, ni el cabello ni la piel, no tengan un aspecto áspero, seco y quebradizo, de entrada es fundamental hidratarnos bien: agua, licuados, gazpacho, batidos, vichyssoise, helados y otras cremas frías para el verano serán nuestros aliados, para estar bien hidratados ¡y para aguantar bien el calor!
También una alimentación sana y equilibrada tiene que ser rica en vitaminas y minerales, por eso es fundamental tomar mucha fruta como kiwis, naranjas o fresas.
Otras necesidades de nutrientes para el pelo son, especialmente:
Proteínas: el constituyente principal del pelo son las proteínas. Cuando se sigue una dieta con un bajo contenido en este nutriente básico, se pone en peligro su buena calidad, fortaleza y belleza. Pero no os preocupéis, normalmente nuestra dieta no suele ser deficitaria en proteínas.
Grasas o lípidos: si bien el pelo contiene una proporción reducida de grasas, éstas son fundamentales para darles elasticidad y brillo. Es decir, una dieta muy pobre en grasas también puede tener como consecuencia un pelo seco y frágil. Así pues, es necesaria una dosis mínima de 10 g de aceite vegetal al día, el ideal es el aceite de oliva. El consumo de frutos secos (almendras, nueces y avellanas) también será una gran ayuda.
Minerales: sobre todo los antioxidantes zinc y selenio. El zinc es un elemento fundamental, pero no se almacena en nuestro cuerpo, así que su aportación debe de ser continuada.
El marisco, los cereales integrales, las bebidas de soja, las legumbres, la fruta seca, el queso, los huevos, las carnes magras y las setas son las principales fuentes de zinc.
El selenio se encuentra en el marisco, las setas, los huevos y las levaduras, sus niveles en los cereales dependerán del suelo donde se haya cultivado.
También hay que tener en cuenta que, en verano, el cloro de la piscina, el agua de la playa, ríos, humedad constante, el aire acondicionado y las largas horas de sol pueden provocar una melena reseca y opaca.
Por eso, aparte de los alimentos también hay que considerar los siguientes puntos:
Si pasamos demasiado tiempo al sol no nos podemos olvidar de usar sombreros. Una gran estrategia para hacer que el cabello se encuentre, al menos por un tiempo, libre de la presencia directa de los rayos del sol ¡y completamente a la moda! Un modelo hecho con fibras naturales, de paja o rafia, le permitirá al pelo poder respirar.
Hay que tener muy en cuenta que el pelo también se quema y necesita protección, al igual que la piel. Mientras tomamos el sol, es recomendable utilizar productos diseñados para ello, como geles, aceites y sprays con filtros solares.
Nos podemos recoger el pelo, en moño o trenza, el grueso de la melena permanecerá protegido.
En verano lavamos nuestro pelo con muchísima frecuencia para quitar los restos de sal o cloro, por eso podemos usar un champú suave y un acondicionador muy nutritivo con extra de hidratación, no pasa nada si se nos engrasa el pelo, ya que en verano lo lavamos muy a menudo. El último enjuague podemos hacerlo con agua fría ya que cierra la cutícula del cabello. Y, si lo dejamos secar de forma natural, ¡aún mejor!
Cepillar el cabello activa el riego sanguíneo y nos dará un brillo extra, pero hay que hacerlo con el cabello seco y muy suavemente.
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