Seguramente, muchos de vosotros aun estaréis en plenas vacaciones de verano, pero algunos ya habréis vuelto al trabajo o aun no las habréis empezado. Pues bien, en el artículo de hoy vamos a hablar un poco sobre qué haremos una vez volvamos a la rutina, es decir, vamos a plantear unos cuantos propósitos para después del verano.
Las vacaciones de verano son la excusa típica para alterar nuestros hábitos de vida; modificamos los horarios, trasnochamos y nos levantamos sin prisa, comemos más tarde y picamos más entre horas al estar más horas fuera de casa. Nuestras comidas también se ven alteradas, ya que nos permitimos más caprichos, no planificamos el menú e improvisamos cualquier cosa, vamos a comer o cenar de restaurante… Y, otra cosa, dejamos de practicar ejercicio de una forma rutinaria y periódica.
Pero, una vez pasado el verano, nos tenemos que volver a poner en serio con nuestros hábitos. Pensad que un estilo de vida saludable es esencial para estar perfectos y al pie del cañón una vez vueltos a la rutina. Es importante, entonces, hacerse algunos propósitos para después del verano, como los que hacemos cuando empieza el año. Así pues, vamos a ver algunos ejemplos:
Seguir un dieta equilibrada, comiendo en cada plato principal un poco de verdura, cruda o cocida, proteína (carne, pescado, marisco o huevo) y farináceos, es decir, patata, legumbre, pasta, arroz o pan. Y de postre, o una pieza de fruta de temporada o un yoghourt.
Comer unas 5 veces al día.
Beber entre 1’5 y 2 litros de líquido al día, en forma de agua, infusiones, té, licuados…
Elaborar un menú semanal para planificar qué vamos a comer y cenar cada día de la semana. Esto nos ayudará a hacer mucho mejor la compra y a gastar únicamente para lo que necesitemos.
Dedicarle un poco más de tiempo a la cocina. ¡Así variaremos más de platos y elaboraremos cosas deliciosas!
Practicar ejercicio de forma periódica, ya sea bailando, en el gimnasio o saliendo a andar o en bici. La actividad física, junto con una alimentación equilibrada, nos ayudará a quemar aquellos quilitos ganados en verano.
Seguir una rutina con los horarios, es decir, hacer las comidas e ir a dormir siempre a las mismas horas.
Recordad que para dormir bien por la noche es necesario que hagáis una cena ligera, de modo que la digestión no sea pesada.
Dormir un mínimo de 7 horas al día.
Y, ¿qué tal apuntarse a algún cursillo o practicar algún hobbie, como por ejemplo, cocina, pintura o idiomas…? Aunque tengamos la agenda apretadita, si disfrutamos de lo que hacemos, ¡nos vamos a sentir genial!
Bueno, pues ya sabéis, después de las vacaciones, a recuperar los hábitos saludables y a disfrutar con lo que más nos gusta.
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