La sardina es uno de los productos clásicos de las vacaciones, que se cocinan a la plancha.
La afluencia de visitantes a las zonas costeras ha contribuido a que el consumo estival de pescado y de marisco se mantenga, por lo menos estable, respecto al año pasado, aunque con precios inferiores y la inclinación hacia productos más económicos.
El turismo ha ayudado un año más a incrementar la venta de productos pesqueros en el litoral donde, según fuentes del sector mayorista, la facturación ha sido parecida a la del verano de 2012, sin olvidar el contexto de crisis, con un consumo anual bajo y recorte en el gasto en los hogares españoles.
En un verano en el que España ha registrado récords de turistas internacionales, el consumo general de alimentos ha crecido, pero al hablar de pescado hay que matizar y tener en cuenta que, por nacionalidades, curiosamente quien más come es el español, seguido por el italiano y por el francés.
Los turistas de otras procedencias optan más por paellas o gazpachos -los jóvenes por hamburguesas o pizzas-, antes que por pedir raciones de pescado en los bares y restaurantes.
El presidente del Gremio de Mayoristas de Pescado de Barcelona, Leandro Serra, ha afirmado, en declaraciones a Efeagro, que, aunque aún no están cerrados los datos de este verano, en Cataluña se podría hablar de estabilidad en la facturación, en torno al 2 % o 3 % más que en julio y agosto de 2012.
Esto supondría un repunte de las ventas, pues los precios son inferiores, si bien a escala individual los resultados de las empresas son ''variopintos'', dependiendo de si suministran a grandes cadenas, comercio tradicional o al turismo.
Una de las características de este verano ha sido la elección por parte de consumidor de especies más económicas, como la sardina, los mejillones o las almejas, frente a la caída de la compra de mariscos como la cigala; los precios de la gambas se han moderado.
El responsable de los mayoristas de Barcelona ha explicado que la sardina ha sido ''la reina del verano'' y que debido a su alta demanda ''algunos días se ha vendido más cara que la pescadilla, algo que no es usual''.
La sardina es uno de los productos clásicos de las vacaciones, que se cocinan a la plancha o en barbacoas y que el veraneante aprovecha para comer cuando sale, porque en casa su preparación es más difícil y provoca olores; no obstante, en puntos como Galicia el sector ha alertado de su escasez. Otro producto de moda, según Serra, es el bogavante, que se ha mantenido a un precio más asequible por las importaciones de EEUU y Canadá.
La acuicultura sigue proporcionando cierta ''estabilidad'' al comercio de pescado, según Serra, quien ha resaltado el cultivo de mejillón y el éxito de la lubina de estero de Andalucía, si bien en este último caso ha apuntado que ha escaseado ''un poco'' la oferta en Cataluña.
Tanto desde el sector mayorista como desde las pescaderías (representadas por Fedepesca) insisten en que ha habido una importante recuperación de recursos en los caladeros, como los del Atlántico.
Un ejemplo, según apuntan, es la merluza de aguas del norte europeo, tal y como avala el organismo científico CIEM. Por ello, pescadores y comerciantes piden que esa mejora se traduzca en un incremento de las cuotas, fijadas en Bruselas, que limitan las capturas.
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