Las frutas y las verduras suministran vitaminas, calorías y fibra.
La experta en nutrición y dietética Esther Alicia Martínez Gloria indicó que la alimentación balanceada desde la infancia garantiza un mejor desarrollo.
Manifestó que el aspecto de la alimentación se contempla desde las consultas prenatales a las que cada mes toda gestante debe acudir.
Afirmó que en el seguimiento del embarazo se vigila el crecimiento y desarrollo intrauterino del bebé, y se hacen las recomendaciones a la futura madre en cuanto al mejor plan nutricional ''y si es necesario, se dan suplementos vitamínicos para que el niño nazca en las mejores condiciones''.
Señaló que una vez que ocurre el nacimiento, durante los primeros seis meses de vida del bebé, la leche materna es el alimento recomendado en forma exclusiva, así como las visitas mensuales al pediatra para vigilar cómo se desarrolla y crece el niño.
Precisó que las citas mensuales al pediatra deben continuar a lo largo del primer año de vida del menor, sobre todo porque a partir del sexto mes se empiezan a incluir papillas en su dieta y más adelante, conforme ocurre la dentición, alimentos con más consistencia.
Agregó que a partir del año las visitas al pediatra son más espaciadas, en promedio cada 12 meses, y en este periodo la leche pasa a ser un complemento de otros alimentos, como carnes, frutas, verduras y cereales que le aportan proteínas, vitaminas y minerales.
Destacó que en la medida en que los padres asuman la importancia de combinar y balancear todos los grupos de alimentos, se logra disminuir el riesgo a que el niño tenga problemas de malnutrición, obesidad y las repercusiones adversas que traen consigo.
Subrayó que los lácteos y en general todos los productos de origen animal, aportan un alto contenido de proteínas, en tanto que los cereales, las frutas y las verduras suministran vitaminas, calorías y fibra, ''de ahí la importancia de incluirlos en las raciones y horarios adecuados''.
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