Una buena opción, rica y sana, para después del ejercicio es un sándwich de pan integral con queso.
Para mantenernos en paz con la balanza, no basta con hacer ejercicio: es necesario tener organización y disciplina para equilibrar la alimentación y reponer los nutrientes adecuadamente. Y para quien sigue un programa de ejercicios, hay que destacar la importancia de la alimentación después del entrenamiento, pues es esencial para quemar grasas.
Así lo recomienda la nutricionista Lara Natacci, del programa Mi plato saludable, una colaboración del Instituto del corazón (InCor) del Hospital Clínicas de Sao Paulo, Brasil, con la editorial de salud LatinMed.
Ella explica que escoger los alimentos correctos es fundamental también para mantener la masa muscular. Lara indica que comer algo ligero y rico en carbohidratos y fibras antes de la actividad física, ayudará a mantener la energía e incluso a acelerar la quema de grasas. “Puede ser una banana con avena, papaya o un zumo con cereales integrales. Nueces y castañas también son una excelente opción”, dice.
A su vez, la alimentación pos-entrenamiento debe contener carbohidratos, vegetales y una proteína magra. “Reponer nutrientes es fundamental para ayudar a aumentar, mantener y recomponer la masa muscular”, explica.
Una buena opción, rica y sana, para después del ejercicio es un sándwich de pan integral con queso blanco y pavo o jamón cocido, rodajas de tomate y lechuga.
Otro punto importante es el consumo de agua, antes, durante y después de la práctica de ejercicio físico. Según la especialista, estudios recientes recomiendan consumir dos vasos de agua media hora antes de los ejercicios. “Una alimentación equilibrada y la ingesta de líquidos mejoran la calidad de la actividad física, ayudar a disminuir la cantidad de grasa y aumentar la masa muscular”, concluye.
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