El huevo está constituido por dos partes: la yema y la clara, que tienen valores nutricionales.
Aquí explicamos las propiedades nutricionales de los huevos y cómo debemos distribuir correctamente su ingesta a lo largo de la semana.
¿Sabíais que el huevo se considera el producto proteico por excelencia? La proteína del huevo es la de más alto valor biológico, esto significa que contiene todos los aminoácidos esenciales que necesita una persona. Los aminoácidos son las piezas fundamentales que forman las proteínas. Además, los huevos aportan vitaminas y minerales. Al igual que otros alimentos proteicos, como las carnes y los pescados, no contienen hidratos de carbono ni fibra. También debéis saber que el color de la cáscara, rubia o blanca, no influye en las características nutricionales del huevo.
El huevo está constituido por dos partes: la yema y la clara, que tienen composiciones y valores nutritivos muy distintos. ¡Vamos a verlo!
La yema aporta un 16% de proteína y concentra todo el contenido de grasas y colesterol del huevo. Contiene una elevada cantidad de vitamina B12, hierro y, dependiendo de la alimentación de las gallinas, también puede serlo de yodo. Además, aporta vitaminas A y D.
Por otro lado, la clara tiene un alto porcentaje de agua, un 11% de proteína y no contiene colesterol ni prácticamente grasas. ¡Así que la clara es un alimento de origen animal libre de colesterol!
¿Sabíais que para comprobar si un huevo está fresco hay que sumergirlo en agua y ver si flota o no? ¡Si se queda en el fondo del recipiente es fresco! ¡Un pequeño, pero útil, truco!
Las proteínas son imprescindibles para un crecimiento y desarrollo saludables. Se encargan de múltiples actividades, desde el funcionamiento del cerebro hasta ayudar a construir y reparar los músculos. Como los humanos no disponemos de reservas de proteínas en nuestro organismo, es fundamental suministrarlas en nuestra dieta diaria y ¡lo ideal es fraccionar su ingesta a lo largo del día! Es por ello que os recomiendo que fraccionéis la ingesta de los alimentos proteicos en las diferentes comidas diarias, es decir, repartir la ingesta de carne, pescado, legumbre, huevos, etc.
En el caso de los huevos, un adulto puede consumir de 3 a 4 huevos a la semana y también se puede utilizar la clara para enriquecer con proteína algunos platos.
A continuación os propongo una receta muy sabrosa para incluir el huevo en vuestra alimentación habitual: revuelto de bacalao con salsa riojana.
Además, no debéis olvidar otros nutrientes que son también muy importantes en vuestra práctica deportiva.
Recordad que lo ideal es seguir una dieta variada y equilibrada y, además, ¡intentad en la medida de lo posible repartir vuestra ingesta de alimentos proteicos a lo largo de la jornada! Entre ellos, el huevo, un gran aliado para nuestros músculos y para nuestra salud en general.
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